Defensoría del Pueblo lanza pacto por elecciones pacíficas y democráticas en Colombia

Por: Maria José Salcedo

10 junio, 2025

Defensoría del Pueblo lanza pacto por elecciones pacíficas y democráticas en Colombia

Con el objetivo de garantizar un proceso electoral libre de violencia, estigmatización y desinformación, la Defensoría del Pueblo ha impulsado un compromiso nacional por unas elecciones transparentes y seguras en Colombia. Esta iniciativa cuenta con el respaldo de organizaciones nacionales e internacionales y convoca a partidos políticos, movimientos ciudadanos y autoridades del Estado a sumarse a una hoja de ruta ética para la contienda electoral.

El pacto fue presentado con el acompañamiento de la Delegación para las Relaciones Iglesia-Estado de la Conferencia Episcopal, la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH), la Misión de Apoyo al Proceso de Paz en Colombia de la OEA (MAPP/OEA) y la Misión de Verificación de la ONU en Colombia (UNVMC).

La iniciativa propone un total de nueve compromisos fundamentales para actores políticos, candidatos y partidos que participarán en las elecciones. Estos compromisos buscan promover un ambiente electoral pacífico, respetuoso de la vida y centrado en el diálogo democrático. Los puntos clave incluyen:

1. Defensa de la vida: Un llamado a respetar la vida de todos los actores políticos, incluso de los adversarios, y a rechazar cualquier forma de violencia electoral.

2. Política de no violencia: Incluye la erradicación de prácticas violentas, la promoción del respeto por las ideas opuestas y el rechazo contundente a la violencia de género en la política.

3. Respeto institucional y normativo: Exige que todos los participantes se ajusten al marco jurídico y respeten las reglas del juego democrático.

4. Defensa de la democracia: Reafirma el compromiso con una democracia pluralista, participativa e incluyente, donde se reconozcan todas las voces.

5. Lenguaje constructivo: Llama a eliminar la estigmatización, el discurso de odio, las noticias falsas y los ataques personales como herramientas de campaña, especialmente en redes sociales.

6. Veracidad en la información: Promueve una comunicación electoral transparente y desincentiva el hostigamiento digital.

7. Diálogo como herramienta política: Sitúa al diálogo como vía prioritaria para resolver diferencias y fortalecer el tejido democrático.

8. Participación juvenil: Reconoce el papel protagónico de la juventud en la democracia e impulsa su inclusión y visibilidad.

9. Manifestaciones pacíficas: Aboga por el respeto a la protesta social, siempre en un marco de paz y legalidad.

Monitoreo riguroso y llamado a la sociedad

La Defensoría del Pueblo, en alianza con la Misión de Observación Electoral (MOE), asumirá la responsabilidad de hacer seguimiento al cumplimiento de estos compromisos tanto a nivel nacional como en los territorios. El proceso contará con la participación activa de las organizaciones convocantes, y se contempla la emisión de recomendaciones y llamados públicos cuando se presenten incumplimientos.

La iniciativa busca ir más allá de los actores políticos e institucionales. Por eso, la Defensoría invita también a la academia, los gremios económicos, los medios de comunicación y la ciudadanía en general a sumarse a este pacto por una democracia ética y participativa.

Elecciones en clave de paz y participación

Este pacto representa un esfuerzo integral por blindar el proceso electoral de factores que históricamente han afectado la legitimidad de la democracia en Colombia. En un contexto social y político complejo, donde la violencia, la desinformación y la polarización amenazan con enturbiar el debate público, la suscripción de estos compromisos es vista como una acción necesaria para recuperar la confianza ciudadana y garantizar el respeto por los derechos políticos de todas las personas.

La Defensoría del Pueblo reitera su compromiso con la defensa de los derechos humanos y la promoción de una cultura democrática basada en el respeto, la verdad y la participación. Las elecciones deben ser un escenario para el encuentro y el debate de ideas, no para la confrontación violenta o el odio. El llamado es claro: la vida, la democracia y el respeto deben estar por encima de cualquier diferencia política.