El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, emitió una firme condena a los actos violentos que marcaron las manifestaciones en las calles de Ferraz, Madrid, dejando un saldo de 39 heridos, incluido un menor de edad, y siete detenidos.

Las manifestaciones estuvieron marcadas por consignas como “Pedro Sánchez, mentiroso”, que corearon los participantes. Estos eventos se producen en el contexto de la negociación de una ley por parte del PSOE con los partidos catalanes Junts y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), una ley que busca otorgar amnistía a los independentistas catalanes y facilitar la reelección del presidente.

Sánchez expresó su desaprobación en relación a los manifestantes: “No esperamos nada de quienes por acción u omisión apoyan el asedio a las casas del pueblo socialistas. Su silencio les retrata. El avance social y la convivencia merecen la pena”.

El alcalde de Madrid, José Luis Rodríguez-Almeida, se unió a la condena de los actos violentos y declaró: “No voy a pedir ni el indulto, ni la rebaja del tipo penal, ni la amnistía para quienes agredieron ayer a la Policía”.

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Además, Alberto Núñez Feijóo reaccionó a través de su cuenta de X, afirmando: “La violencia no tiene cabida en democracia y su impunidad tampoco”, y rechazó las elecciones de quienes trabajan para que los actos violentos queden impunes.

Las reacciones se sucedieron desde diversos sectores políticos. La líder de Suma, Yolanda Díaz, expresó su rechazo a la violencia: “La violencia que estamos viendo en las calles de Madrid es inaceptable”.

El coordinador general del PP, Elías Bendodo, también condenó cualquier tipo de violencia: “Evidentemente, condenamos cualquier tipo de violencia”.

Por su parte, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, condenó la violencia de “unos grupos de ultras”, pero defendió a quienes se manifiestan en favor de la democracia.

Estos eventos recientes se dan en el contexto de la decisión anunciada por Pedro Sánchez el 29 de mayo de disolver las Cortes Generales y adelantar las elecciones generales al 23 de julio, tras la derrota del partido gobernante PSOE por el opositor Partido Popular (PP) en los comicios municipales.

En las elecciones del 23 de julio, el PP obtuvo 136 diputados de los 350 escaños del Parlamento, mientras que el PSOE consiguió 122. Para alcanzar la mayoría absoluta (176 escaños) y reelegir a Pedro Sánchez como jefe del Gobierno, se necesitará el apoyo de otras fuerzas políticas.

Si los diputados españoles no designan un candidato para el 27 de noviembre, el rey de España se verá obligado a disolver ambas cámaras del Parlamento y convocar elecciones anticipadas.