Frailejones quemados en los incendios forestales retoñan entre las cenizas

Por: Maria José Salcedo

23 febrero, 2024

Frailejones quemados en los incendios forestales retoñan entre las cenizas

Alegría y esperanza renacen en el Páramo de Berlín, en Tona, Santander, al ver imágenes de frailejones floreciendo un mes después del voraz incendio forestal que los abrasó. Pese a las quemaduras, estas majestuosas plantas muestran resiliencia y confirman su resistencia.

“Nos alegra que la naturaleza responda con firmeza luego del incendio. Los frailejones mantienen su fuerza, clave en la recuperación y protección del ecosistema”, expresó Alejandro Estrada, gerente del Acueducto Metropolitano de Bucaramanga.

La buena nueva ya había sido anticipada por investigadores de la UIS tras encontrar en febrero que, pese a las llamas, el núcleo de los frailejones se conservaba sano. Solo bastaba esperar las lluvias para su renacer.

La esperanza abarca 400 hectáreas de páramo afectadas donde estos centinelas de los Andes muestran su tenacidad al resurgir quemados pero vivos. “Los frailejones ya están prendiéndose otra vez y muy boniticos”, confirmó Orlando Velandia, poblador cercano.

De lentísimo crecimiento, los frailejones cumplen un rol vital en regular el flujo hídrico por su capacidad de capturar humedad atmosférica para luego liberarla al suelo, contribuyendo al abastecimiento de agua.

Su sola existencia también garantiza la vida de otras especies vegetales y animales en los delicados ecosistemas de páramo.

“Es gratificante que las hipótesis iniciales se evidencien con su rebrote. La mayor preocupación eran los frailejones y ahora vemos que, con las lluvias recientes, responden positivamente”, apuntó Diego Suescún, de Ingeniería Forestal de la UIS.

Cabe recordar que a mediados de enero un incendio arrasó con el Páramo de Berlín, presuntamente provocado de forma intencional según se aprecia en un video.

Los frailejones están adaptados con una coraza protectora de hojas sobre sus áreas más sensibles, lo que les permitió resistir las temperaturas extremas de las llamas.

Desde la UIS piden no visitar ahora esta área de cuidados intensivos para permitir la rehabilitación natural, evitando pisar los nuevos tallitos.

“Vemos que responden muy bien y ahora requiere recuperarse antes de un acceso regular. Los especialistas monitoreamos ese ‘paciente’ para su restablecimiento óptimo a mediano y largo plazo”, indicó Fernando Rondón, Vicerrector de Investigación y Extensión de la UIS.

La emblemática zona de los frailejones renace así de las cenizas, recordándole a la humanidad su mítica fortaleza y dando esperanzas de una próspera restauración ecológica. Un vivo ejemplo de la poderosa resilencia de la naturaleza.