Karolina Shiino, elegida Miss Japón 2023 el pasado 22 de enero, renunció a su título tras hacerse público que mantenía una relación sentimental con un médico casado conocido como el “doctor de los músculos”.

Shiino, de ascendencia europea pero nacionalizada japonesa, había generado controversia desde su elección, con algunos cuestionando si representaba los ideales tradicionales de belleza en el país. Incluso se especuló sobre motivaciones políticas en su designación por la guerra en Ucrania, de donde son originarios sus padres.

La prensa sensacionalista publicó detalles del romance extramatrimonial de Shiino, quien inicialmente lo negó, pero luego debió admitirlo ante las evidencias. A través de Instagram se disculpó, reconoció que mintió por miedo a la exposición y anunció su salida de la agencia de modelos.

La Asociación Miss Japón confirmó su dimisión por motivos personales y pidió disculpas por las molestias ocasionadas a los patrocinadores y organizadores del certamen. El jurado la había elegido por votación como la representante de la “belleza japonesa”.

El escándalo revivió críticas en redes sobre por qué Shiino es más culpada que el médico casado, quien no planea divorciarse. Ella enfrenta mayores consecuencias en una sociedad que castiga más a las mujeres en casos de infidelidad.

Shiino agradeció que el concurso la haya reconocido como japonesa, ya que llegó al país a los 5 años y se nacionalizó en 2022. Habla y escribe con fluidez el idioma. Su elección recuerda otras polémicas en certámenes de belleza nipones por temas de identidad y racismo.

La elección de Shiino también trae a colación la polémica coronación de Ariana Miyamoto como Miss Japón 2015. Miyamoto fue la primera mujer mestiza en ganar el certamen, siendo su madre japonesa y su padre afroamericano. Esto desató debate sobre si una persona multirracial podía representar los ideales de belleza tradicionales en el país asiático. A casi 10 años de ese episodio, la renuncia de Shiino reaviva la discusión en torno a identidad, racismo y los estándares de belleza prevalecientes en la sociedad japonesa contemporánea.