Bailarín revela detalles de los encuentros sexuales organizados por Diddy en Manhattan
Por: Maria José Salcedo
29 junio, 2025

Sharay Hayes, conocido artísticamente como The Punisher, uno de los bailarines más recurrentes en las fiestas privadas de Sean “Diddy” Combs, ofreció una entrevista al diario británico The Telegraph, en la que describió con detalle su participación en los denominados Freak-Offs. Estas declaraciones se producen luego de que Hayes declarara formalmente ante un tribunal en el proceso legal que involucra al reconocido productor musical y a su expareja, Cassie Ventura.
Según su relato, Hayes fue contratado al menos una docena de veces para amenizar estos encuentros, que tenían lugar principalmente en el Hotel Trump, ubicado en Manhattan, Nueva York. El bailarín explicó que fue contactado directamente por Cassie Ventura, quien le manifestó que deseaba realizar un baile de carácter íntimo.
Al llegar al hotel, observó que la habitación permanecía completamente a oscuras, excepto por un sofá iluminado donde se desarrollaría la escena. Ventura le pidió que ambos se aplicaran aceite para bebé de manera mutua, como parte de un acto coreografiado que, según Hayes, pretendía “crear una atmósfera sexual”.
Uno de los aspectos más llamativos que narró fue la presencia de Diddy, quien, según afirmó, apareció en la habitación cubierto únicamente por una tela negra en la cabeza y sin ropa. Hayes aseguró que desconocía que se trataba del productor musical y que la presencia del enmascarado le resultó desconcertante.
Durante esa primera sesión, que duró aproximadamente 35 minutos, Hayes indicó que no hubo relaciones sexuales con penetración. Sin embargo, detalló que en los encuentros posteriores sí mantuvo relaciones íntimas con Cassie Ventura.
En relación con la duración y la compensación económica, Hayes precisó que le pagaban 2.000 dólares por cada sesión de cuatro horas, aunque la actividad sexual ocupaba un lapso aproximado de 45 minutos.
De acuerdo con su testimonio, Diddy se limitaba a observar sentado en una silla y en ocasiones emitía instrucciones para guiar el desarrollo de la interacción entre los dos.
Sobre la actitud de Cassie Ventura durante estos episodios, Hayes manifestó que no percibió signos de incomodidad o de coacción. “Nunca noté que se sintiera obligada”, afirmó, subrayando que esta percepción también la ratificó ante las autoridades judiciales.
Estas declaraciones se suman al expediente del caso que ha puesto en el centro de la atención pública la conducta privada de Diddy, en medio de una serie de denuncias que lo señalan por supuestos abusos y presiones. No obstante, el testimonio de Hayes introduce un matiz distinto sobre la presunta voluntad de los participantes en estos encuentros.
Hasta el momento, el equipo legal de Sean Combs no se ha pronunciado oficialmente sobre los detalles expuestos por The Punisher. Por su parte, los tribunales estadounidenses continúan evaluando la documentación y las declaraciones presentadas en el proceso, en el que se investigan acusaciones más amplias de agresión sexual y otros presuntos delitos.
Este nuevo testimonio podría constituir un elemento relevante en el desarrollo del caso y en la valoración de las dinámicas que se vivieron en los *Freak-Offs*, cuyas descripciones han generado amplio interés mediático y debate público sobre los límites del consentimiento en el contexto de relaciones laborales y personales en la industria del entretenimiento.
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