Luis Rubiales, el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), fue detenido este miércoles por la Guardia Civil a su llegada al aeropuerto Madrid Barajas-Adolfo Suárez, procedente de Santo Domingo, República Dominicana. Su regreso a España estuvo rodeado de una gran expectación mediática y un importante despliegue de seguridad.

Rubiales, quien dimitió de su cargo en agosto pasado tras el polémico beso a la jugadora Jenni Hermoso, enfrenta una investigación judicial por presuntos delitos de corrupción. La jueza del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Majadahonda indaga sobre posibles contratos irregulares firmados por la RFEF durante los últimos cinco años, coincidiendo con la etapa de Rubiales al frente de la entidad.

Pese a que el exdirigente tenía previsto regresar el próximo sábado, adelantó su vuelta a España. Su defensa descartó que este rápido retorno se deba a una citación del juzgado y aseguró asegurado que se debe a la voluntad de Rubiales de ponerse a disposición de las autoridades lo antes posible en el marco de la investigación de la ‘Operación Brody’.

Su llegada generó una gran expectación mediática, con numerosos periodistas y cámaras de televisión congregados en el aeropuerto de Barajas, donde fue recibido por una veintena de agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil.

Esta detención se produce días después de que la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO), en colaboración con las fuerzas de seguridad dominicanas, registrara el alojamiento temporal de Rubiales en República Dominicana, donde ha permanecido varios meses, incautando su teléfono móvil y una tablet.

La ‘Operación Brody’

La investigación judicial busca esclarecer las presuntas irregularidades en la gestión de contratos por parte de Rubiales durante su mandato al frente de la RFEF, que se vio empañado por el polémico beso a la jugadora Jenni Hermoso tras la victoria de España en el Mundial femenino.

Las presuntas irregularidades en contratos incluye el que llevó la Supercopa de España a Arabia Saudí —en el que intermedió Gerard Piqué— y el acuerdo de la RFEF con Estadio La Cartuja S. L., relacionado con una empresa que realizó una remodelación (Gruconsa), durante la etapa de Luis Rubiales al frente de la RFEF.

Aunque Rubiales inicialmente se negó a dimitir, finalmente tuvo que abandonar su cargo en agosto pasado, sumido en una profunda crisis institucional y mediática. Ahora, deberá enfrentar el proceso judicial abierto en su contra por posibles delitos de corrupción relacionados con su gestión al frente de la RFEF.