Las canchas de fútbol brasileñas guardarán un solemne silencio en los próximos días, mientras el país entero se une para hacer frente a una de las peores tragedias naturales de su historia reciente. La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) ha anunciado la suspensión por dos fechas del Brasileirao-2024, la máxima categoría del fútbol nacional, como muestra de solidaridad con las víctimas de las devastadoras inundaciones que azotan el sur del país.

“Decide suspender todas las partidas de fútbol de todos los clubes de la Serie A hasta el 27 de mayo (…) que abarca las dos próximas fechas (7º y 8º) de la competición”, comunicó el presidente de la CBF, Ednaldo Rodrigues, en una carta abierta a la nación.

La medida sin precedentes responde a los pedidos de 15 de los 20 equipos que disputan el torneo nacional, conscientes de la necesidad de priorizar la atención a la emergencia humanitaria que se vive en el estado de Rio Grande do Sul.

Las intensas lluvias que azotan la región desde hace casi dos semanas han provocado inundaciones catastróficas, dejando un saldo devastador de 149 muertos, 108 desaparecidos y más de dos millones de personas afectadas, según los últimos informes de Defensa Civil.

“Es un momento de profunda consternación para todo el país”, expresó Rodrigues en una rueda de prensa. “El fútbol brasileño no puede permanecer ajeno a esta tragedia y hemos decidido unir fuerzas con las autoridades para priorizar las labores de rescate y asistencia a la población damnificada”.

Las impactantes imágenes del estadio del Gremio, uno de los clubes más emblemáticos de Porto Alegre, completamente anegado por las aguas, han dado la vuelta al mundo y se han convertido en un símbolo de la magnitud del desastre.

Más allá de la suspensión de la Serie A, la CBF ha anunciado que todas las competiciones futbolísticas en Rio Grande do Sul quedarán paralizadas hasta el 27 de mayo, mientras que los campeonatos en las demás categorías continuarán su calendario establecido de partidos.

“En momentos como este, el fútbol deja de ser una prioridad”, afirmó el capitán de la selección brasileña, Neymar Jr., en un emotivo mensaje de solidaridad. “Nuestros corazones y oraciones están con todas las familias afectadas por esta tragedia”.

Mientras los esfuerzos de rescate y asistencia humanitaria se intensifican, con más de medio millón de personas evacuadas y decenas de refugios habilitados, el fútbol brasileño ha decidido detener el balón y unirse a la causa.