En el cementerio de San Bernardo, un pequeño municipio de Cundinamarca, Colombia, ocurre un fenómeno inexplicable: algunos cadáveres no se descomponen y permanecen momificados años después de ser enterrados. Este hecho, que se presenta de forma “espontánea”, ha desconcertado a investigadores y lugareños por más de cinco décadas.

El primer caso se registró en 1963, cuando apareció el primer cuerpo momificado en las bóvedas del camposanto. Desde entonces, la cifra llegó a alcanzar hasta 50 casos anuales en los años ochenta, aunque en la actualidad se ha reducido a unos pocos por año.

Un museo expone 14 cadáveres momificados

En un museo ubicado dentro del cementerio, se exhiben 14 cuerpos que han escapado a la descomposición, conservando rasgos como el pelo, las uñas e incluso los ojos en algunos casos. Los familiares deben autorizar la exhibición de sus seres queridos momificados.

“Todavía tiene su carita morenita, redondita, sus trencitas, su cabello (…) si Dios la quiso dejar ahí será por algo”, cuenta Clovisnerys Bejarano, quien visita periódicamente el museo para ver a su madre Saturnina, fallecida en 1993.

Causas sin explicación científica

A pesar de diversos estudios realizados por universidades, no se ha logrado determinar la causa exacta de la momificación en San Bernardo. Las teorías locales apuntan a la buena alimentación de los habitantes, pero hay casos que contradicen esta hipótesis.

No existe un patrón en cuanto a edad, sexo o complexión de los cuerpos momificados, ni una zona del cementerio donde ocurra con mayor frecuencia. La única certeza es que el fenómeno comenzó con la inauguración de este camposanto, donde no hay tumbas subterráneas.

Hipótesis del “horno de cocción”

La antropóloga Daniela Betancourt, de la Universidad Nacional de Colombia, plantea una hipótesis: “El cementerio está en una ladera de una montaña bastante pendiente. Está soplando constantemente el viento al mismo tiempo que hace calor. Es posible suponer que las bóvedas funcionan como un horno de cocción (…) te va deshidratando poquito a poquito”.

Sin embargo, reconoce que se necesitarían experimentos para comprobar esta teoría, admitiendo que podría tratarse de un “escenario (…) completamente espontáneo”.

El misterio de las momias de San Bernardo sigue desafiando las explicaciones científicas, convirtiéndose en un fenómeno único y fascinante que atrae la atención de investigadores y visitantes por igual.

Con información de El Colombiano