El reciente anuncio del Gobierno colombiano, encabezado por el presidente Gustavo Petro, sobre el aumento del 12% en el salario mínimo para el año 2024, trae consigo importantes modificaciones que impactarán directamente a los pensionados del país. Estas decisiones, enfocadas en mejorar el poder adquisitivo de los ciudadanos.

Para los pensionados que perciben el salario mínimo, la buena noticia es un incremento del 12% en sus ingresos, llevándolos a un total de $1,300,000.

No obstante, para aquellos pensionados que reciben montos superiores al salario mínimo, los ajustes se realizarán de acuerdo con el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del 2023, proyectado entre el 9.4% y el 9.8%. Este enfoque busca mantener la coherencia con la variabilidad de los costos de vida.

Una de las modificaciones más notables se refiere a los aportes a salud de los pensionados. Según la Ley 2294 de 2023, los pensionados que devenguen entre 2 y 3 salarios mínimos experimentarán una reducción en sus aportes, disminuyendo del 12% al 10%. Este cambio directo en los descuentos pretende aliviar la carga económica de quienes ya no están en la fuerza laboral activa.

• Aquellos con ingresos hasta 3 salarios mínimos verán un descuento del 10%.
• Quienes superen los 3 salarios mínimos seguirán con un descuento del 12%.

El descuento total por aportes de salud y pensión para los pensionados, según la Ley 1122 de 2007, equivale al 12.5% de su salario. Por ejemplo, un pensionado que reciba el salario mínimo de $1,300,000 experimentará un descuento de $52,000 por salud, recibiendo un ingreso neto de $1,248,000.

Aunque estas medidas han sido bien recibidas por muchos pensionados, el debate sobre la sostenibilidad a largo plazo y la equidad para aquellos con pensiones superiores al salario mínimo ha surgido. La adaptación de estas pensiones, según el IPC, plantea interrogantes sobre la adecuación a las condiciones económicas del país y la necesidad de un enfoque más integral para garantizar la estabilidad financiera de todos los pensionados.