WeWork, la conocida empresa de espacios de coworking y oficinas compartidas, se ha declarado en bancarrota en Estados Unidos debido a una abultada deuda de $2.900 millones de dólares. La compañía busca reestructurarse financieramente y renegociar contratos de alquiler para hacer frente a la crisis.

Esta situación se debe principalmente al cambio en el modelo de trabajo durante la pandemia, que redujo drásticamente la demanda de oficinas comerciales en las grandes ciudades de EE.UU. donde WeWork tiene mayor presencia.

Sin embargo, la firma ha aclarado que esta reorganización no afectará sus operaciones en otros países, incluyendo las ocho sedes que posee actualmente en Colombia. De acuerdo con un vocero de WeWork, todas las ubicaciones fuera de Norteamérica continuarán funcionando con normalidad.

Asimismo, los franquiciados de WeWork alrededor del mundo tampoco se verán impactados por este proceso de bancarrota que busca reflotar las finanzas de la empresa. “Nuestros espacios están abiertos y no habrá cambios en la forma en que operamos”, afirmó.

La historia de WeWork ha sido un viaje de montaña rusa, pasando de una valoración de $47.000 millones de dólares a perder el 99% de su valor durante la pandemia. Hoy su capitalización ronda los $121 millones de dólares.

Pese a esta difícil situación en su país de origen, la firma busca adaptarse a la nueva realidad laboral y mantener su presencia global, garantizando la continuidad de sus operaciones en Colombia sin ninguna alteración.