Antonio García les recuerda a Petro y Otty Patiño su pasado en el M-19 y les cuestiona su “doble rasero”

Por: Elizabeth Montoya

11 mayo, 2024

Eliécer Herlinto Chamorro Acosta, alias “Antonio García”, jefe guerrillero del Ejército de Liberación Nacional (ELN), ha expuesto detalles sobre una presunta solicitud de colaboración financiera hecha por el hoy presidente cuando militaba en el M-19 durante la década de los 80.

Según las palabras de García, en aquel entonces Petro, “siendo apenas un dirigente regional del M-19 en Santander, nos solicitó que ‘lo lleváramos’ en unos impuestos que el ELN estaba cobrando al transporte”. El jefe del grupo criminal asegura que accedieron inicialmente a esta petición, entregando a Petro y sus seguidores un “billete” proveniente de estos cobros ilegales.

Sin embargo, García denuncia que el dinero, en lugar de ser destinado a la causa política o guerrillera, fue utilizado para fines más frívolos. “Él y su tropa se gastaron ese ‘billete’ en trago y francachelas, no en la lucha”, afirmó contundentemente.

Según el relato de García, esta presunta colaboración entre el ELN y el grupo al que pertenecía Gustavo Petro fue cortada meses después debido al uso indebido de los fondos. “Desde luego que los siguientes meses tuvimos que cortar esa contribución a las farras”, indicó el líder guerrillero, marcando un fin a la cooperación financiera entre ambas fracciones insurgentes en aquel entonces.

Estas acusaciones golpean directamente la imagen del presidente Petro, quien actualmente se enfoca en la conversión hacia la legalidad y la negociación de paz con grupos armados, distanciándose de su pasado guerrillero.

 

También arremete contra Otty Patiño y cuestiona su “doble rasero”

García también arremetió duramente contra Otty Patiño, actual Alto Comisionado para la Paz en Colombia. García acusó a Patiño de aplicar un “doble rasero” al cuestionar las acciones de “retención” económica supuestamente previstas por el ELN, olvidando su propio historial como exmiembro del M-19.

“Ahora a Otty (Patiño) se le dio por hablar de las retenciones económicas que volverá a realizar el ELN, pero se le olvida las que él y el M-19 hacían”, expresó García a través de la red social X, buscando resaltar una supuesta hipocresía en las críticas del comisionado hacia las tácticas financieras que el ELN pretendería adoptar.

Uno de los ejemplos citados por García es el caso de Camila Michelsen, secuestrada en 1985 en un contexto en el que el M-19 ya negociaba su desmovilización. Según el jefe guerrillero, Patiño y el M-19 solicitaron entonces un “préstamo millonario” al ELN para culminar dichas negociaciones, préstamo que nunca fue retribuido. “Le recuerdo que en la retención de Camila Michelsen, capturada en 1985, ya habían iniciado negociaciones; pero como andaban sin dinero, hasta le solicitaron al ELN un préstamo millonario para culminar la negociación, préstamo que jamás nos pagaron”, afirmó.

García también rememoró otro episodio relacionado con lo que llamó las “buenas ganancias” obtenidas por el M-19 tras el secuestro de una figura apodada como “Papero”, justo antes de finalizar las conversaciones con el entonces presidente Virgilio Barco. El jefe guerrillero sugirió que el éxito financiero de esta operación permitió al M-19 realizar inversiones legales una vez desmovilizado.

“Ya finalizando las negociaciones con Virgilio Barco, retuvieron al ‘Papero’, les fue bien en esa negociación y les entró un buen ‘billete’ que hasta inversiones legales hicieron luego de la desmovilización”, señaló García, insinuando una contradicción en la postura actual de Patiño frente a prácticas similares.

Esta crítica abierta de “Antonio García” hacia Otty Patiño no solo pone en tela de juicio la consistencia de las posturas éticas en el contexto de las negociaciones de paz en Colombia, sino que también resalta las tensiones y dificultades inherentes al proceso de diálogo entre el Gobierno y los grupos armados. Además, revive episodios controversiales del pasado que involucran a actores clave en el actual proceso de paz.

García concluye su publicación con una contundente frase: “O sea que las retenciones económicas son buenas para unos, pero para otros no. Qué lindo el doble rasero”.

Con esto, el líder guerrillero cuestiona la supuesta falta de coherencia en las posturas éticas de Patiño y abre un debate sobre la complejidad de juzgar acciones pasadas a la luz de los estándares actuales. Además, criticó la “gran improvisación” del Gobierno en sus diálogos con esta fuerza armada ilegal.