Tras cuatro días secuestrados por el Ejército de Liberación Nacional, ELN, la sargento Ghislaine Karina Ramírez y sus dos hijos de 6 y 8 años, recobraron la libertad este viernes gracias a la intermediación de la Defensoría del Pueblo y la Iglesia Católica en Arauca.

El hecho generó una ola de indignación y rechazo, pues esta misma semana comenzó la primera fase del cese al fuego bilateral pactado por el Gobierno con esa guerrilla.

Además, la ola de críticas contra el Gobierno aumentó luego de que, este mismo viernes, antes de la liberación de la mujer y los dos menores de edad, el ministro de Defensa, Iván Velásquez, acusara a la uniformada de haber cometido un “acto de imprudencia”, que desencadenó en su secuestro. Horas después, el alto funcionario rectificó lo dicho.

El padre de la suboficial, Gerardo Ramírez, quien se ofreció para ser intercambiado por su hija, fue de las primeras personas que rechazó las declaraciones del ministro asegurando que el imprudente era él (Velásquez).

Por otra parte, Gerardo Ramírez aseguró que unos compañeros de su hija lo contactaron para advertirle de las posibles sanciones contra ella, al parecer, por su traslado sola y vía terrestre.

“Le están echando la culpa de que por ella fue que la secuestraron o que ella se auto-secuestró. Esas cosas no son así”, agregó el padre.