En una carta dirigida a altas autoridades del Gobierno Nacional, la Defensoría del Pueblo y la Alcaldía de Bogotá, el rector de la Universidad Nacional de Colombia, José Ismael Peña, ha solicitado medidas especiales para garantizar la seguridad y el acompañamiento a la institución y su comunidad de cara a la conmemoración de los 40 años de los trágicos hechos ocurridos el 16 de mayo de 1984.

“Se viene escalando una situación de riesgo de orden público, afectaciones a la convivencia de la ciudad y afectaciones a los bienes fiscales del Estado a cargo de la Universidad”, advierte la misiva firmada también por la vicerrectora de la sede Bogotá, Lorena Chaparro.

El 16 de mayo de 1984 quedó marcado como uno de los días más oscuros en la historia de la Universidad Nacional, cuando una manifestación estudiantil que exigía justicia por la desaparición, tortura y asesinato del líder estudiantil Jesús Humberto León Patiño, derivó en violentos enfrentamientos con la Policía.

Según el informe “Reventando Silencios: Memorias del 16 de mayo de 1984 en la Ciudad Universitaria”, elaborado por el colectivo de investigación Archivos del Búho y entregado a la Comisión de la Verdad, durante aquella jornada se registraron graves violaciones a los derechos humanos.

“Más de 81 personas fueron detenidas y sometidas a malos tratos, inhumanos y degradantes. Más de 46 resultaron heridas, cinco con lesiones de arma de fuego”, cita el informe.

Ante el temor de que se repitan hechos similares en el marco de las conmemoraciones de este jueves 16 de mayo, el rector Peña ha solicitado la intervención del ministro del Interior, Luis Fernando Velasco; el defensor del Pueblo, Carlos Camargo; el secretario de Seguridad de Bogotá, César Restrepo, y el personero de la ciudad, Andrés Castro.

“En las últimas semanas se han presentado varios hechos violentos y por ello pedimos que tomen las medidas pertinentes para garantizar un acompañamiento especial a la institución y toda la comunidad”, enfatiza el rector en su comunicación.

Desde la tragedia de 1984, el 16 de mayo se ha convertido en una fecha emblemática para la Universidad Nacional, en la que se rinde homenaje a las víctimas y se reflexiona sobre la importancia de preservar el diálogo y el respeto a los derechos humanos en el contexto universitario.

Sin embargo, las autoridades temen que las tensiones sociales y políticas actuales puedan desatar nuevos actos de violencia, poniendo en riesgo la integridad de los estudiantes, docentes y personal administrativo de la institución.

En este contexto, el rector Peña ha hecho un llamado a las autoridades competentes para que tomen las medidas necesarias, garantizando así un ambiente seguro y pacífico durante las conmemoraciones, y evitando que se repitan los lamentables hechos del pasado.