ONU advierte los riesgos para la infancia por la situción del conflicto armado en el Catatumbo

Por: Maria José Salcedo

21 enero, 2025

ONU advierte los riesgos para la infancia por la situción del conflicto armado en el Catatumbo

La violencia desatada en el Catatumbo, Norte de Santander, ha puesto en peligro a miles de menores que enfrentan una situación crítica en medio del conflicto armado. Según la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos, más de 46,000 niños, niñas y adolescentes han sido desescolarizados debido al desplazamiento forzado y el confinamiento causado por los recientes ataques del ELN y otros grupos armados.

El conflicto no solo ha interrumpido la educación, sino que también ha forzado a miles de menores a abandonar sus hogares junto con sus familias, exponiéndolos a condiciones de vulnerabilidad extrema. La ONU confirmó que al menos 18,000 personas han sido desplazadas, muchas de las cuales pertenecen a comunidades indígenas como los pueblos Bari y Yukpa.

Además, el riesgo de reclutamiento forzado, explotación y abuso por parte de grupos armados ilegales es una amenaza constante para los niños y niñas de la región. Esta realidad agrava la crisis humanitaria y socava el derecho fundamental de los menores a vivir en un entorno seguro.

La respuesta del ICBF

Ante esta alarmante situación, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) ha intensificado sus esfuerzos para proteger a los menores afectados. Las acciones implementadas incluyen:

– Unidades móviles de atención: Seis equipos interdisciplinarios de trabajadores sociales, psicólogos y nutricionistas están brindando apoyo en los albergues habilitados para las familias desplazadas.
– Ruta especial para menores desvinculados: El ICBF activó un programa para atender a jóvenes que han sido reclutados por grupos armados ilegales, brindándoles herramientas para reintegrarse a la vida civil.
– Coordinación con autoridades locales: En una reunión liderada por Astrid Cáceres, directora del ICBF, se trazaron estrategias para garantizar una atención integral a las familias afectadas y prevenir el reclutamiento de menores.

La directora del ICBF, Astrid Cáceres, expresó su preocupación por el impacto del conflicto en la infancia. “¿Cuál es el futuro y el presente que le estamos dando a los niños y niñas si, por encima de ellos, siempre estarán los intereses del narcotráfico y otros negocios ilícitos?”, cuestionó Cáceres, instando a los grupos armados a excluir a los menores del conflicto.

El ICBF reafirmó su compromiso de trabajar por el bienestar de las familias del Catatumbo y enfatizó la importancia de construir un entorno seguro para la niñez.

La crisis en el Catatumbo exige una respuesta inmediata por parte del Estado y la comunidad internacional para garantizar la protección de los derechos de los menores. La ONU ha instado a los grupos armados a respetar las normas del Derecho Internacional Humanitario y a las autoridades a incrementar los esfuerzos humanitarios en la región.

El futuro de los niños y niñas del Catatumbo depende de acciones contundentes que prioricen su bienestar y los protejan del impacto devastador de un conflicto que no debería involucrarlos.