La seguridad en los estadios de fútbol en Colombia ha sido un tema de gran preocupación en los últimos tiempos. Los recientes episodios violentos en Ibagué, Medellín y Manizales han puesto en evidencia las fallas en la logística de seguridad, lo que ha permitido que los violentos puedan ingresar y perturbar el espectáculo deportivo.

Para combatir esta situación, se han propuesto diversas soluciones, entre las que destacan la implementación de vallas para separar las gradas y el campo de juego, y la identificación biométrica de los asistentes a los estadios. Sin embargo, una propuesta llamativa ha sido presentada recientemente por el nuevo director de la Policía Nacional, el general William Salamanca.

Según Salamanca, la seguridad en eventos como el fútbol o los conciertos debe ser de carácter privado, en lugar de ser responsabilidad de la policía pública. El general argumentó que la policía tiene múltiples preocupaciones que van más allá de la protección de estos espectáculos, y que por lo tanto, no puede prestar una atención adecuada a la seguridad en los estadios.

Esta propuesta ha generado opiniones divididas entre los expertos y las autoridades. Mientras algunos han destacado la necesidad de contar con empresas especializadas en seguridad para los eventos deportivos, otros han advertido sobre los riesgos de dejar la seguridad en manos privadas. Asimismo, algunos funcionarios han señalado que la policía seguirá siendo responsable de la seguridad en los estadios hasta que se implementen soluciones efectivas para abordar la violencia en el fútbol colombiano.

La propuesta del general Salamanca ha generado un debate importante sobre cómo abordar la violencia en los estadios de fútbol en Colombia.