El Comando del Ejército emitió un comunicado justificando el seguimiento ilegal y la suplantación de identidad del docente de inglés Leonardo Colmenares, llevados a cabo por la contrainteligencia militar, por considerar que el “Teacher” ponía en riesgo la seguridad e integridad del comandante del Ejército, general Luis Mauricio Ospina, y su núcleo familiar.
En un caso que parece sacado de una película de espionaje, el general Luis Mauricio Ospina dispuso un operativo de inteligencia militar para investigar a Leonardo Colmenares, quien había sido el profesor de inglés de su esposa y la seguía frecuentando desde hace cuatro años, y para justificar la vigilancia ilegal el alto oficial argumentó falsamente que Colmenares pertenecía al frente Carolina Ramírez de las disidencias de las FARC.
Al parecer, la amistad entre el docente y la esposa del general despertó celos en este último. Para esclarecer la relación, Ospina habría utilizado indebidamente capacidades de inteligencia del Ejército, entre ellas, el seguimiento fotográfico y el rastreo del celular de Colmenares, lo que es una violación de derechos fundamentales y sólo pueden realizarse con autorización judicial en el marco de investigaciones formales contra grupos armados ilegales.
Y aunque el controversial caso ha desatado críticas hacia el general Ospina por presuntamente abusar de su cargo para fines personales. y la Procuraduría ya inició las investigaciones disciplinarias correspondientes, el comunicado del Ejército argumenta que se trata de una misión de contrainteligencia, según lo establecido en la Ley Estatutaria 1621 de 2013.
En este caso, el comunicado señala que las actividades de Contrainteligencia buscaban anticipar, prevenir, detectar y neutralizar acciones que pudieran poner en riesgo la seguridad e integridad del Comandante y su núcleo familiar, así como la comunidad en general en los cantones militares y académicos.
Ospina culpa a subalternos de irregularidades
El comunicado no aborda directamente la razón por la cual se investigó al profesor Colmenares y aunque el general Ospina reconoció la orden de la investigación, culpó a sus subalternos de cualquier irregularidad y señaló que el objetivo era verificar posibles amenazas a la seguridad.
A pesar de reconocer que la operación no encontró elementos incriminatorios, el comunicado destaca la identificación de “novedades y debilidades” en los sistemas de control de acceso a instalaciones militares, ordenando su fortalecimiento en todo el país.
A pesar de la confesión de la principal agente de inteligencia involucrada en la operación y las disculpas ofrecidas a la víctima, el comunicado del Ejército insiste en que cualquier violación de principios, valores y la ley debe ser puesta en conocimiento de las autoridades competentes.
Se espera que tanto el presidente Gustavo Petro como el ministro de Defensa, Iván Velásquez, y el comandante de las Fuerzas Militares, general Helder Giraldo, se pronuncien ante este escándalo, que ha generado preocupación sobre posibles abusos de poder y violaciones a los derechos fundamentales.
