En una operación que resalta el compromiso con la seguridad y la protección de los derechos humanos, el Ejército Nacional de Colombia logró un significativo golpe contra los grupos armados organizados en Norte de Santander. Las acciones se llevaron a cabo en Tibú y San Calixto, zonas afectadas por el accionar de estructuras ilegales.

Gracias a un despliegue operacional estratégico en el municipio de Tibú, las tropas consiguieron el sometimiento a la justicia de 84 integrantes del Grupo Armado Organizado Residual (GAO-r) Bloque Magdalena Medio, también conocido como frente 33. Además, se recuperaron 20 menores de edad que habían sido reclutados por este grupo armado.

El Ejército destacó que la operación se realizó bajo estrictos estándares de respeto a los Derechos Humanos (DD. HH.) y al Derecho Internacional Humanitario (DIH). Los miembros del grupo armado, incluyendo los menores rescatados, fueron entregados a las autoridades judiciales competentes para el desarrollo de los procesos legales correspondientes.

Como resultado del operativo, se incautaron armas, explosivos y elementos logísticos pertenecientes al grupo armado. En el lugar, las tropas destruyeron de manera controlada una tonelada de explosivos que, según las investigaciones, estaban destinados a la ejecución de actos terroristas contra la población civil y la Fuerza Pública. Esta acción no solo neutralizó posibles ataques, sino que también contribuyó a restablecer la tranquilidad en una región que ha sido afectada por la violencia durante años.

En otro operativo llevado a cabo en zona rural de San Calixto, las tropas del Ejército Nacional garantizaron la seguridad de una familia que había sido víctima de amenazas e intimidaciones por parte de integrantes del Grupo Armado Organizado (GAO) ELN. La familia, conformada por 4 niños y 9 adultos, incluidos dos adultos mayores, fue puesta a salvo tras un despliegue terrestre y aéreo que permitió su traslado a un lugar seguro en otro municipio del departamento.

Según el Ejército, la familia había enfrentado intimidaciones constantes por parte del grupo armado. Cansados de vivir bajo estas condiciones, tomaron la decisión de denunciar la situación, lo que permitió a las autoridades actuar con prontitud para salvaguardar su integridad.

Estas operaciones representan un paso significativo en los esfuerzos por reducir la influencia de los grupos armados en Norte de Santander, una región marcada por el conflicto armado y la presencia de organizaciones ilegales. La incautación de explosivos, el rescate de menores de edad y el apoyo brindado a las familias afectadas demuestran el compromiso de las Fuerzas Militares con la protección de la población civil.

La presencia activa de tropas en el departamento sigue siendo fundamental para contrarrestar las actividades delictivas de estos grupos armados y para garantizar la seguridad en una zona clave del país. Las autoridades reiteran su llamado a la comunidad para que denuncien cualquier acto de intimidación o actividad sospechosa que pueda poner en riesgo la seguridad de la población.