La Fiscalía General de la Nación, a través del Grupo Especial para la Lucha contra el Maltrato Animal (Gelma), imputó cargos contra Daniel Felipe Wilchez Torres por su presunta responsabilidad en el maltrato de dos monos capuchinos y un canario, mantenidos en cautiverio en condiciones precarias en una vivienda del municipio de Bello, Antioquia.

El caso se originó el pasado 15 de noviembre tras una denuncia ciudadana que alertó a las autoridades sobre el posible maltrato de animales en una propiedad del sector. Agentes del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI), la Policía Nacional y funcionarios del Área Metropolitana del Valle de Aburrá realizaron una inspección en el lugar y encontraron a los animales en condiciones preocupantes.

Los dos monos capuchinos presentaban signos evidentes de sufrimiento: dientes fracturados, heridas en varias partes del cuerpo y comportamientos anómalos atribuibles al estrés causado por el cautiverio y la falta de contacto con su hábitat natural. Por su parte, el canario también se encontraba en un entorno inadecuado, que comprometía su bienestar.

Wilchez Torres enfrenta imputaciones por los delitos de maltrato animal y aprovechamiento ilícito de recursos naturales renovables. Estas acusaciones buscan sancionar tanto el sufrimiento infligido a los animales como el daño causado al ecosistema por el tráfico y la tenencia ilegal de especies protegidas.

El Grupo Gelma, creado para combatir el maltrato animal, destacó que los monos capuchinos son especies que juegan un papel fundamental en los ecosistemas tropicales, y su extracción del medio natural constituye un delito ambiental grave. Asimismo, las condiciones en las que se encontraban los animales evidencian un incumplimiento de la Ley 1774 de 2016, que reconoce a los animales como seres sintientes y protege sus derechos.

Tras el operativo, los animales fueron trasladados a un centro especializado, donde recibieron atención veterinaria y un análisis detallado de su estado físico y emocional. Los expertos destacaron que el proceso de rehabilitación será complejo, dado el daño físico y psicológico que los animales han sufrido durante su cautiverio.

La Fiscalía, por su parte, reiteró el llamado a la ciudadanía para denunciar cualquier forma de maltrato o tráfico de fauna silvestre. Este tipo de delitos no solo afecta a los animales, sino que también pone en riesgo la biodiversidad y el equilibrio de los ecosistemas.