Ajustes de cuentas entre bandas han desatado ola de muerte en Cúcuta, Norte de Santander

Por: Maria José Salcedo

20 mayo, 2024

Ajustes de cuentas entre bandas han desatado ola de muerte en Cúcuta, Norte de Santander

Cúcuta sigue enfrentando una ola de violencia que parece imparable. A pesar de los esfuerzos de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc), los hechos criminales persisten, y el reciente asesinato de José Luis Pabón Ojeda es un claro reflejo de esta realidad.

Pabón Ojeda fue asesinado el jueves por la noche en la Avenida Gran Colombia, frente a un conocido club social de la ciudad. Su muerte ha desencadenado una serie de eventos que han puesto en vilo a la comunidad y revelado la intensa guerra entre bandas criminales en la región.

El asesinato de José Luis Pabón Ojeda, padre de miembros de la conocida banda ‘Los Manzaneros’, ha levantado un velo de misterio y temor en Cúcuta. Investigaciones iniciales por parte de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) han vinculado a Pabón Ojeda con sus hijos, presuntos integrantes de ‘Los Manzaneros’, muchos de los cuales han estado o están en prisión.

Se sospecha que el asesinato fue ordenado por Ever Carreño Corredor, alias Porras, y la banda criminal Los AK47, como parte de un ajuste de cuentas con ‘Pepino’, hijo de Pabón Ojeda.

La violencia no se detuvo con el asesinato. El sábado por la noche, presuntos miembros de Los AK47 difundieron un video en redes sociales amenazando a los dueños de casas de cambio de divisas y advirtiendo sobre más homicidios si se les paga a ‘Pepino’.

Estas amenazas llevaron a que casi toda la familia de Pabón Ojeda abandonara el barrio San Miguel, donde habían residido durante años. Además, un ataque a tiros contra una casa de un familiar del fallecido aumentó el temor en la comunidad.

A pesar de las amenazas, el viernes por la noche amigos y familiares de José Luis Pabón Ojeda le dieron el último adiós con música, pólvora y disparos. La situación se volvió tensa y los vecinos temieron por su seguridad. La Policía Metropolitana de Cúcuta, consciente del riesgo de nuevos actos violentos, desplegó varias patrullas de vigilancia e inteligencia para monitorear el sepelio.

Durante el funeral, José del Carmen Contreras Gutiérrez, presunto miembro de Los AK47, fue capturado mientras grababa a los asistentes y portaba una granada en su casco de motocicleta. Según las autoridades, Contreras Gutiérrez planeaba atacar a los hijos del fallecido.

Este hombre fue trasladado al Búnker de la Fiscalía y se espera que sea enviado a prisión por porte ilegal de armas de uso privativo de las Fuerzas Armadas de Colombia.

El conflicto entre ‘Porras’ y Los AK47 contra ‘Pepino’ parece estar motivado por la negativa de este último a seguir pagando extorsiones y someterse a las órdenes de estas bandas criminales. Fuentes judiciales indican que ‘Pepino’ decidió operar por su cuenta, provocando la furia de sus antiguos aliados. Este tipo de conflictos son comunes entre las bandas criminales de Cúcuta, que no toleran la disidencia y responden con violencia extrema.

El entierro de José Luis Pabón Ojeda fue un evento marcado por la inseguridad y el miedo. Una granada de fragmentación fue encontrada cerca de la tumba del fallecido, lo que llevó a una evacuación de emergencia y a la intervención de técnicos en explosivos de la Policía.

En este contexto, tras la muerte de Pabón Ojeda, comenzó a circular un video en redes sociales, donde sujetos encapuchados, que se identifican como miembros de la banda los AK-47 lanza una advertencia a comerciantes del mercado cambiario en la ciudad, para el pago de extorsiones solo a ellos y no a otras bandas.

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