En un significativo avance para la representación femenina en la Iglesia Católica, la monja italiana Raffaella Petrini ha sido nombrada presidenta de la Gobernación del Vaticano, convirtiéndose en la gobernadora del territorio de 44 hectáreas (108 acres) en Roma. Este nombramiento, anunciado el sábado, 15 de febrero de 2025, representa un paso notable hacia la inclusión de mujeres en roles de toma de decisiones dentro del Vaticano.

Petrini, de 56 años, había ocupado previamente el cargo de secretaria general de la administración vaticana, responsable de la infraestructura de la ciudad estado y de los museos vaticanos, una importante fuente de ingresos para la Santa Sede. Asumirá su nueva posición el 1 de marzo, sucediendo al cardenal Fernando Vérgez Alzaga, quien se jubilará al cumplir 80 años ese mismo día.

El nombramiento de Petrini fue previamente anunciado por el papa Francisco, como parte de su esfuerzo continuo por promover a mujeres a puestos de liderazgo en el Vaticano, con la intención de que sirvan como modelos para el resto de la Iglesia. El anuncio oficial se realizó mientras el papa estaba hospitalizado por una infección en las vías respiratorias.

El mes pasado, Francisco marcó un hito al nombrar a la hermana Simona Brambilla como prefecta del departamento que supervisa todas las órdenes religiosas de la Iglesia Católica, convirtiéndose en la primera mujer en dirigir una importante oficina de la Santa Sede.

Históricamente, las mujeres han sido nombradas para puestos secundarios en algunas oficinas del Vaticano, pero nunca para los cargos más altos de la Curia de la Santa Sede o de la administración del Estado de la Ciudad del Vaticano. Este cambio refleja una evolución significativa en la política interna del Vaticano.

Las mujeres católicas han denunciado durante mucho tiempo su condición de segunda clase dentro de una institución que reserva el sacerdocio para los hombres. Aunque el papa Francisco ha mantenido la prohibición de las sacerdotisas y ha desalentado las esperanzas de que las mujeres puedan ser ordenadas como diáconas, su papado ha visto un notable aumento en el porcentaje de mujeres que trabajan en el Vaticano, incluyendo en puestos de liderazgo. Según estadísticas de Vatican News, la participación de mujeres en el Vaticano ha aumentado del 19,3% en 2013 al 23,4% en la actualidad, con un 26% de mujeres en la Curia.

No obstante, los críticos argumentan que nombrar a mujeres en cargos directivos no compensa la continua prohibición de ordenarlas como ministras.

Además de su nuevo rol, Petrini es una de las tres mujeres que forman parte de la oficina vaticana encargada de evaluar las nominaciones de obispos. Su nombramiento en 2022 marcó la primera vez que las mujeres asumían una función formal en el proceso de selección de obispos.

Miembro de la orden religiosa de las Hermanas Franciscanas de la Eucaristía, con sede en Meriden, Connecticut, Petrini ha mantenido un perfil público relativamente bajo. Sin embargo, en un discurso del Día de la Mujer en 2023 en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz en Roma, reconoció que su nominación como secretaria general del Estado de la Ciudad del Vaticano generó sorpresa y desaprobación.

“Incluso en organizaciones no eclesiales, la resistencia es parte del proceso de cambio”, señaló Petrini, quien también ha sido profesora de economía del bienestar en la Pontificia Universidad Angelicum de Roma.

 

 

 

Con información de apnews