Ola de calor extrema obliga al cierre de colegios y de la Torre Eiffel en Francia
Por: Maria José Salcedo
1 julio, 2025

Más de 1.300 colegios en Francia permanecieron cerrados el martes 1 de julio ante la intensidad de la ola de calor que afecta a buena parte de Europa occidental, con temperaturas que superan los 40 ºC en varias regiones y mantienen en alerta máxima a millones de personas.
Según informó el Ministerio de Educación francés, el número de colegios cerrados por la emergencia climática se elevó drásticamente respecto a los 200 clausurados el lunes. La decisión busca proteger la salud de los estudiantes y del personal educativo ante el riesgo de deshidratación y golpes de calor.
El impacto de las altas temperaturas también se sintió en los principales sitios turísticos de París. El último piso de la Torre Eiffel fue cerrado al público durante el martes y el miércoles por precaución. Las autoridades recomendaron a los visitantes beber abundante agua, evitar la exposición prolongada al sol y mantenerse en espacios climatizados.
Temperaturas sin precedentes
Météo France reportó que el calor alcanzó su punto máximo este martes, con registros de entre 40 y 41 ºC en algunos departamentos y valores cercanos a los 39 ºC en gran parte del país. En total, 16 departamentos permanecieron bajo alerta roja —el nivel más alto— y otros 68 en alerta naranja.
La situación es similar en otras zonas del continente. La Agencia Estatal de Meteorología de España (AEMET) indicó que el mar Mediterráneo está hasta seis grados centígrados por encima de lo normal en estas fechas, alcanzando temperaturas récord de hasta 30 ºC en el mar Balear.
Europa es el continente que más rápido se calienta en el planeta, con un ritmo de aumento de temperatura que duplica la media mundial, de acuerdo con datos del Servicio de Cambio Climático Copérnico de la Unión Europea. Este calentamiento acelera la frecuencia y la duración de las olas de calor extremas.
Riesgos para la salud y la agricultura
El calor extremo eleva el peligro de incendios en campos agrícolas, especialmente en Francia, principal productor de cereales de la Unión Europea. Algunos agricultores han optado por trabajar en horarios nocturnos para evitar cosechar durante las horas más calurosas.
En la región de Indre, al centro del país, donde se han incrementado los incendios desde junio, se prohibió cualquier actividad agrícola entre las 14:00 y las 18:00 horas.
El impacto no solo es económico, sino también sanitario. La organización suiza Swiss Re estima que el calor extremo causa cada año hasta 480.000 muertes en todo el mundo, superando las víctimas provocadas por terremotos, huracanes e inundaciones combinados.
En Bélgica, algunas residencias de ancianos han adoptado medidas creativas para hacer frente al calor. En Grimbergen, los residentes participaron en actividades de recreación dentro de pequeñas piscinas. “Para mí es una actividad estupenda”, declaró Marie-Jeanne Olbrechts, una de las participantes.
No obstante, expertos de la Asociación Alemana de Geriatría (DGG) advirtieron que muchas regiones no están preparadas para este tipo de emergencias. “Si lo estuvieran, se podrían evitar decenas de miles de muertes en el futuro”, afirmó Clemens Becker, autor de un estudio sobre vulnerabilidad al calor.
Amenaza a la biodiversidad
La ola de calor también preocupa a los científicos por sus efectos en la biodiversidad marina y terrestre. Kathryn Smith, investigadora de la Asociación de Biología Marina del Reino Unido, explicó que fenómenos similares en el pasado provocaron mortandad masiva de invertebrados, praderas marinas y brotes de enfermedades en criaderos de mejillones.
Los expertos señalan que el calentamiento global se alimenta principalmente de las emisiones de gases de efecto invernadero derivadas de la quema de combustibles fósiles, la deforestación y la actividad industrial.
El año pasado fue oficialmente el más caluroso registrado en el planeta, un récord que, según estimaciones científicas, podría ser superado si persisten las tendencias actuales.
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