En medio de la escalada de violencia en Gaza, la Casa Blanca ha descartado que se esté cometiendo un “genocidio” en territorio palestino, pero al mismo tiempo ha exigido a Israel que tome medidas más contundentes para proteger a los civiles atrapados en el fuego cruzado.

La clarificación llegó de boca del asesor de Seguridad Nacional del presidente Joe Biden, Jake Sullivan, quien en una rueda de prensa dejó claro el enfoque de la administración estadounidense. “No creemos que lo que esté sucediendo en Gaza sea un genocidio”, declaró Sullivan a los periodistas presentes.

Sin embargo, el funcionario no esquivó el espinoso tema y reconoció que “Estados Unidos estaba utilizando el término internacionalmente aceptado para genocidio, que incluye un enfoque en la intención”.

A pesar de descartar la acusación de genocidio, Sullivan fue contundente al exigir a Israel una mayor protección de los civiles palestinos. “Creemos que Israel puede y debe hacer más para garantizar la protección y el bienestar de civiles inocentes”, enfatizó el asesor de Seguridad Nacional.

Mientras las conversaciones de alto el fuego se estancan y los ataques continúan en la ciudad sureña de Rafah, el asesor de Seguridad Nacional insistió en que la responsabilidad de la paz recae principalmente en el grupo islamista palestino Hamás. “Biden quería ver derrotado a Hamás, pero se dio cuenta de que los civiles palestinos estaban en el ‘infierno’”, señaló Sullivan, reiterando que no deje a un lado los derechos y la seguridad de la población civil.