Uribe advierte sobre crisis económica colombiana en medio de bonanzas decembrinas

Por: Elizabeth Montoya

9 diciembre, 2024

Expresidente Álvaro Uribe Vélez Foto: El Heraldo

En un análisis crítico, el expresidente Álvaro Uribe Vélez ha revelado desafíos estructurales que amenazan el desarrollo económico del país a pesar de algunos indicadores positivos de fin de año.

La inversión privada ha experimentado una caída significativa, reduciéndose al 17% del Producto Interno Bruto (PIB), muy por debajo del rango óptimo del 28% al 32% que Uribe considera necesario para un crecimiento económico robusto. Esta disminución se suma a una caída de la inversión extranjera directa superior al 12%, generando señales de alerta para los sectores productivos.

“Las bonanzas ayudan en el momento, pero la economía real necesita confianza de inversión privada para servir en el transcurso del tiempo”, señaló Uribe, subrayando la importancia de generar un ambiente propicio para los inversionistas.

Entre los factores críticos que menciona el exmandatario se encuentran:

  1. La persistente violencia que desalienta la inversión.
  2. Un sistema impositivo que obstaculiza el crecimiento empresarial.
  3. Reformas económicas que generan incertidumbre.
  4. Un gasto público que no estimula la productividad.

Un dato particularmente alarmante es el éxodo de talento joven. Colombia se ha posicionado como el segundo país con mayor número de solicitudes de asilo a nivel mundial, solo superado por Venezuela, lo que evidencia una fuga de capital humano sin precedentes.

Sin embargo, Uribe no desconoce los aspectos positivos. Destacó una cosecha cafetera de aproximadamente 13 millones de sacos, con precios internacionales superiores a 3 dólares por libra, así como remesas que podrían alcanzar los 12.000 millones de dólares.

La reactivación en ventas de motocicletas, proyectadas en más de 800.000 unidades este año, y la reducción de intereses e inflación son otros indicadores que generan cierto optimismo.

No obstante, el exmandatario advierte sobre los riesgos de una economía paralela. Reveló que el 60% de la producción aurífera proviene de la minería ilegal, situación que, junto al narcotráfico, sustenta ciclos de violencia y obstaculiza el desarrollo económico formal.