Estudio genético revela el origen de las lenguas urálicas tras analizar ADN de 180 pueblos antiguos

Por: Maria José Salcedo

5 julio, 2025

Los lingüistas han identificado que palabras como "agua", "olla" y "pez" en lenguas indoeuropeas modernas pueden tener su origen en el protourálico Foto: David Keyton/AP PHoto

Un equipo internacional de investigadores ha resuelto uno de los misterios lingüísticos más antiguos de la humanidad al descubrir los orígenes de las lenguas urálicas mediante el análisis genético de poblaciones ancestrales. El estudio, publicado en la revista Nature, combinó datos genéticos y arqueológicos para rastrear la expansión de estos pueblos por Eurasia durante un período de 7.000 años.

Los investigadores identificaron un “marcador genético” específico que les permitió rastrear la expansión de las poblaciones de habla urálica por Eurasia entre hace 11.000 y 4.000 años. El análisis demostró que estos pueblos emigraron desde Siberia hasta el mar Báltico y el este de Asia, llevando consigo avances tecnológicos y la lengua urálica ancestral.

Para llegar a estas conclusiones, los científicos analizaron los genomas de 180 antiguos pueblos urálicos que vivieron en una vasta zona de Eurasia, correspondiente aproximadamente con toda la extensión de la actual Rusia y sus países vecinos. Estos datos se compararon con el ADN de otros 1.312 pueblos antiguos previamente estudiados.

El estudio reveló que los aproximadamente 25 millones de hablantes de lenguas urálicas que viven actualmente pueden rastrear su ascendencia en su ADN. Estas lenguas incluyen el estonio, húngaro, finés y otras variedades que se extienden desde Europa hasta Asia.

Kristiina Tambets, experta en arqueogenética de la Universidad de Tartu (Estonia), quien no participó en el estudio, explicó la importancia del hallazgo: “Los hablantes de lenguas urálicas tenemos una pequeña porción de ADN siberiano, alrededor del 5 por ciento de nuestro ADN total. Ahora, parece que estos genes conectan a todos los pueblos urálicos con nuestras culturas y lenguas ancestrales”.

La investigación mostró que los primeros pueblos protourálicos se ramificaron en varios grupos diferentes a lo largo de miles de años. Un grupo importante se dirigió al oeste hacia el Báltico, estableciéndose en zonas como Finlandia, Estonia y el noroeste de Rusia, donde actualmente viven los hablantes de lenguas urálicas.

Otro grupo protourálico, denominado yeniseiano, se ramificó hace unos 5.400 años para vivir en el centro de Siberia, donde la única lengua yeniseiana superviviente es el ket. Una tercera rama emigró hacia el este de Asia hace unos 4.500 años, lo que explica por qué muchos hablantes actuales de lenguas urálicas tienen ascendencia del este asiático.

Los pueblos urálicos no solo conservaron sus propias lenguas, sino que también influyeron significativamente en las culturas ya establecidas en tierras euroasiáticas. Llevaron consigo avances tecnológicos importantes, especialmente en metalurgia del cobre y bronce, además de desarrollar redes comerciales sofisticadas.

El estudio también sugiere que otros grupos urálicos de las estepas centrales de Eurasia emigraron hacia el oeste, llegando a Hungría hace unos 3.000 años, lo que respalda la teoría de que los montes Urales orientales son la patria ancestral de las lenguas urálicas.

Las lenguas urálicas presentan un origen completamente diferente al de las lenguas indoeuropeas, cuyas raíces se remontan a hace 5.000 años y se expandieron desde Asia Central hacia Europa y la India. Mientras que las lenguas indoeuropeas se ramificaron en grupos como el germánico, eslavo y romance, las lenguas urálicas mantuvieron características distintivas propias.

Los lingüistas han identificado que palabras como “agua”, “olla” y “pez” en lenguas indoeuropeas modernas pueden tener su origen en el protourálico, evidenciando la influencia histórica de estos pueblos en el desarrollo lingüístico europeo.

Tambets advierte sobre las limitaciones del estudio: “No es posible determinar qué lenguas hablaba la gente basándose solo en sus genes”. Sin embargo, el trabajo representa un avance significativo al reunir aspectos genéticos, lingüísticos y arqueológicos para comprender mejor la historia de estos pueblos.

El estudio proporciona evidencia científica sobre cómo los pueblos de habla urálica actuales pueden rastrear las rutas migratorias de sus antepasados y comprender mejor su herencia cultural que se extiende a lo largo de miles de años por el continente euroasiático.

 

 

Con información de dw