Bogotá inició una nueva etapa en su transformación urbana con la implosión de los antiguos puentes de Puente Aranda, realizada el domingo 12 de octubre. Este evento marcó el comienzo de la construcción de la nueva intersección entre la Calle 13 y la Avenida de las Américas, uno de los proyectos más ambiciosos liderados por el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) y la Alcaldía Mayor.

El objetivo principal de esta megaobra es mejorar la movilidad en el occidente de la capital, una de las zonas más congestionadas y estratégicas para el transporte de carga y pasajeros. En el lugar donde estaban los antiguos puentes se levantará una moderna intersección de varios niveles, diseñada para integrar de manera eficiente el tráfico mixto con el sistema TransMilenio.

El proyecto contempla una transformación total del entorno vial. En el primer nivel se construirá una glorieta para tráfico mixto de cerca de 200 metros de diámetro, que permitirá mejorar la circulación vehicular y reducir los tiempos de desplazamiento. En el segundo nivel, se levantará una glorieta elevada exclusiva para TransMilenio, con dos carriles y un diámetro de 100 metros, lo que garantizará un flujo continuo de los buses del sistema masivo sin interferir con el tránsito general.

Además, se construirán dos nuevos puentes que conectarán directamente la Calle 13 con la Avenida de las Américas, facilitando la movilidad entre el occidente y el centro de Bogotá. El alcalde Carlos Fernando Galán explicó que la obra se desarrollará por fases y estará completamente finalizada durante el primer semestre de 2028.

El plan de trabajo establece que el paso para los buses de TransMilenio se habilitará parcialmente desde el domingo, mientras que el tránsito mixto podrá circular desde el martes 15 de octubre a las 4:00 a. m. El proceso de remoción de escombros tomará alrededor de dos meses, y a partir de noviembre comenzarán las labores de pilotaje y traslado de redes.

En total, 25 entidades distritales están involucradas en la coordinación de las labores para garantizar que los avances no afecten el funcionamiento normal de la ciudad. Según el IDU, esta intervención hace parte del megaproyecto de modernización de la Calle 13, también conocida como Avenida Centenario, una vía que conecta a Bogotá con municipios como Mosquera, Funza y Madrid, y que es clave para el transporte de carga.

El plan integral contempla la intervención de 11,4 kilómetros de vía, desde Puente Aranda hasta el límite occidental de la capital. La ampliación incluirá carriles exclusivos para TransMilenio, zonas verdes, ciclorrutas y pasos peatonales seguros. Dos de los lotes ya se encuentran en fase de preconstrucción, mientras los demás están en estructuración, con adjudicación prevista para 2025.

El alcalde Galán también destacó el componente ambiental de la obra, que busca combinar el desarrollo urbano con la sostenibilidad. En total, se trasladaron más de 170 árboles, y el nuevo proyecto incluirá la siembra de más de 700.

La nueva intersección entre la Calle 13 y la Avenida de las Américas promete convertirse en un punto neurálgico de la movilidad bogotana, diseñada para descongestionar el occidente, mejorar la conectividad con la región metropolitana y modernizar una de las principales entradas de la ciudad.