En medio de un ambiente de profundo dolor, familiares, amigos, colegas y ciudadanos asistieron este martes 12 de agosto al Capitolio Nacional para despedir al senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, quien falleció tras más de dos meses de luchar por su vida luego del atentado que sufrió el pasado 7 de junio en Bogotá.

La jornada estuvo marcada por escenas de gran carga emocional. Miguel Uribe Londoño, padre del legislador, fue captado en imágenes y videos abrazando el ataúd de su hijo en el Salón Elíptico del Congreso de la República. Visiblemente desconsolado, se inclinaba sobre el féretro y lo rodeaba con sus brazos, en un gesto que conmovió a los presentes. A su lado, María Claudia Tarazona, esposa del senador, lloraba sobre el ataúd, recibiendo el respaldo de familiares y allegados.

“Tengo un dolor aquí, del lado de la patria” pic.twitter.com/tEfBr0sxRq

— Isa Mejía (@isamg6) August 12, 2025

Este nuevo golpe para Uribe Londoño revive un pasado doloroso. En 1991 perdió a su esposa, la periodista Diana Turbay, durante una operación de rescate en Copacabana (Antioquia), tras un secuestro perpetrado por el grupo de los “extraditables”. Más de tres décadas después, la violencia vuelve a marcar su historia con el asesinato de su hijo.

Miguel Uribe Turbay fue atacado con arma de fuego en el barrio Modelia, localidad de Fontibón, cuando participaba en una actividad política. Desde entonces permaneció internado en la Fundación Santa Fe, donde se sometió a múltiples cirugías y tratamientos especializados. A pesar de los esfuerzos médicos, no logró recuperarse y falleció el lunes 11 de agosto.

La cámara ardiente, instalada en el Salón Elíptico, abre sus puertas a las 8:00 a. m. y permanecerá hasta las 6:00 p. m., permitiendo que ciudadanos, líderes políticos y seguidores se acerquen a rendir un último homenaje. El partido político del senador informó que el acceso será libre y sin restricciones para quienes deseen expresar sus condolencias.

Se prevé una alta concurrencia durante la jornada, con la asistencia de miembros del Congreso, representantes de diversas colectividades, así como ciudadanos que han manifestado su rechazo a los actos de violencia que han cobrado la vida de figuras políticas en el país.

La despedida de Miguel Uribe Turbay se convierte no solo en un acto de homenaje, sino también en un llamado a la reflexión sobre la seguridad de los líderes políticos en Colombia y el impacto que la violencia sigue teniendo en la vida pública y en las familias de quienes la padecen.