Colombia ha contabilizado más de 12.600 víctimas por minas antipersonal desde 1990, mientras que en los últimos tres años se han reportado 647 eventos relacionados con la presencia o sospecha de artefactos explosivos en inmediaciones de sedes educativas, afectando directamente a 386 instituciones, según datos del Sistema de Información de la Acción Integral contra Minas Antipersonal de la Consejería Comisionada de Paz.

Los departamentos que registran mayor número de eventos son Nariño, Cauca, Antioquia, Chocó y Norte de Santander. Esta información fue presentada durante la transmisión ‘Escuela, territorio de vida: previniendo el riesgo de artefactos explosivos’, espacio organizado por el Ministerio de Educación con la participación de expertos de la Consejería Comisionada de Paz y UNICEF.

La presencia de estos explosivos alrededor de las escuelas ha generado suspensiones de clases, confinamientos, desplazamientos forzados y profundas afectaciones psicosociales en las comunidades rurales, impactando tanto el ámbito humanitario como educativo de estas poblaciones.

Durante el evento virtual se presentó la Educación en el Riesgo de Artefactos Explosivos como una estrategia fundamental para la prevención. Esta iniciativa busca promover comportamientos seguros en las comunidades educativas mediante acciones de sensibilización, entrega de material pedagógico y acompañamiento pedagógico a docentes.

El Ministerio de Educación ha articulado esta labor con la política de Gestión Integral del Riesgo Escolar y Educación en Emergencias, estableciendo un enfoque integral para abordar la problemática en los territorios más vulnerables.

Héctor Morillo, asesor del Grupo de Acción contra Minas Antipersonal de la Consejería Comisionada de Paz, afirmó que “las escuelas deben ser espacios libres de violencia y seguros para aprender. Por eso es fundamental fortalecer capacidades locales y construir una cultura de prevención en los territorios más afectados”.

Sandra Salazar, coordinadora de Acción contra Minas Antipersonal de UNICEF, manifestó que la prevención del riesgo es fundamental para quienes transitan o viven en zonas afectadas por artefactos explosivos. La estrategia se desarrolla a través de tres pilares: educación y capacitación, difusión de información pública y gestión del riesgo comunitario.

La coordinadora de UNICEF explicó que la gestión del riesgo comunitario permite que las comunidades decidan colectivamente cómo mitigar los peligros. Esta estrategia, articulada con el sector educativo, tiene como propósito reducir la deserción escolar, fomentar la cultura de autocuidado y fortalecer la resiliencia comunitaria para garantizar los derechos de la niñez y su derecho a la educación.

El Ministerio de Educación invitó a las Secretarías de Educación, instituciones educativas y comunidades a integrar estas acciones en sus planes escolares y continuar construyendo entornos protectores. La entidad enfatizó que la prevención constituye una parte fundamental de la garantía del derecho a la educación en contextos de conflicto.

Los docentes interesados en acceder a procesos de formación en el marco de la política de Gestión Integral del Riesgo Escolar y Educación en Emergencias pueden comunicarse a través de los correos electrónicos [email protected] y [email protected], o mediante los canales de atención ciudadana disponibles en la página web del ministerio.

Con información de Ministerio de Educación