Pfizer y BioNTech ganan disputa legal contra Moderna por patentes de vacunas COVID-19
Por: Maria José Salcedo
7 marzo, 2025

En un nuevo capítulo de la batalla legal entre las principales farmacéuticas por las patentes de las vacunas contra el COVID-19, un tribunal de la Oficina de Patentes de Estados Unidos falló a favor de Pfizer y BioNTech. La decisión, emitida el miércoles por la Junta de Apelaciones y Juicios de Patentes, determinó que dos de las patentes de Moderna, las cuales la compañía alegaba que habían sido infringidas, eran inválidas.
La Junta de Apelaciones consideró que las patentes de Moderna no eran válidas debido a un “estado de la técnica” previo, es decir, que las invenciones ya habían sido divulgadas antes de que Moderna solicitara la patente. Aunque la decisión aún está sellada, se espera que Moderna apele ante el Tribunal de Apelaciones de Estados Unidos para el Circuito Federal.
Un portavoz de Moderna expresó el desacuerdo de la compañía con la resolución y aseguró que la empresa está evaluando sus opciones legales. Por su parte, Pfizer y BioNTech afirmaron que la decisión confirma su postura de que las dos patentes de Moderna no tienen validez legal.
Contexto de la disputa legal
Moderna demandó a Pfizer y BioNTech en un tribunal federal de Massachusetts en 2022, acusándolos de infringir sus patentes en el desarrollo de la vacuna contra el COVID-19. Como parte de su defensa, Pfizer y BioNTech impugnaron la validez de dichas patentes ante la Oficina de Patentes de EE.UU., una estrategia común utilizada en litigios de propiedad intelectual para cuestionar la solidez de las patentes en disputa.
Además de las dos patentes declaradas inválidas en esta última decisión, Moderna ha alegado la infracción de una patente adicional, que no fue parte del fallo emitido el miércoles y que aún sigue bajo litigio en el caso judicial.
Pfizer y BioNTech argumentaron que las patentes de Moderna eran “excesivamente amplias” y que la tecnología en cuestión ya era conocida antes de la fecha de invención declarada por Moderna en 2015. Según su postura, los científicos habían descubierto el uso del ARNm para vacunas desde 1990 y diversas publicaciones desde 2004 ya indicaban avances en esta tecnología.
Por su parte, Moderna sostiene que fue la primera en desarrollar y patentar esta innovación y que sus avances en la tecnología de ARNm modificaron las bases de la preparación para pandemias.
Esta decisión marca un hito en la batalla legal sobre los derechos de propiedad intelectual en la industria farmacéutica y en la innovación de vacunas basadas en ARNm. Sin embargo, con la posibilidad de una apelación y otros litigios en curso, el caso aún podría tener nuevos desarrollos en los próximos meses.
Las disputas legales sobre patentes en la industria biomédica han cobrado relevancia en los últimos años, ya que las empresas buscan proteger sus innovaciones y al mismo tiempo garantizar la competitividad en un mercado global. El resultado final de esta batalla entre Moderna y Pfizer-BioNTech podría influir en futuras decisiones sobre propiedad intelectual en el sector de la biotecnología y la salud pública.
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