El cohete Falcon 9 de SpaceX sufrió un fallo durante su lanzamiento en la noche del jueves desde California, lo que ha dejado a los 20 satélites Starlink en una órbita baja y en riesgo de caer a la Tierra y quemarse.

El lanzamiento, que transportaba la carga de satélites para proporcionar servicio de Internet a clientes en todo el mundo, sufrió un problema en la etapa superior del cohete, según informó SpaceX. La empresa culpó a una fuga de oxígeno líquido como la causa del fallo.

Aunque los controladores de vuelo lograron controlar la mitad de los satélites y trataron de elevarlos a una órbita más alta utilizando los propulsores iónicos a bordo, SpaceX admitió que es poco probable que el máximo empuje disponible sea suficiente para elevar con éxito los satélites.

“Es probable que los satélites vuelvan a entrar en la atmósfera y se quemen”, dijo la empresa a través de un comunicado. No se especificó cuándo podrían descender.

La Administración Federal de Aviación (FAA) ya ha reaccionado al incidente, exigiendo que SpaceX solucione el problema antes de que los cohetes Falcon puedan volver a volar.

El fallo del cohete Falcon 9 es un golpe para SpaceX, que tiene un historial de lanzamientos exitosos. El último fallo en un lanzamiento se produjo en 2015, durante un viaje de carga a la estación espacial. Otro cohete explotó en 2016 durante pruebas en tierra.

El incidente también ha generado inquietud sobre el impacto en los próximos vuelos tripulados de SpaceX, incluyendo el vuelo espacial del multimillonario Elon Musk programado para el 31 de julio.

Con información euronews