En un incidente registrado en la vía que conecta Cúcuta con Tibú, específicamente en el corregimiento de Campo Dos, varios individuos armados interceptaron el esquema de seguridad de Andrey Avendaño, reconocido vocero de las disidencias de las Farc. Durante el suceso, los delincuentes se apoderaron del armamento y equipo de comunicación del líder disidente.

Andrey Avendaño desempeña un papel como vocero del Estado Mayor Central de las disidencias de las Farc de Iván Mordisco, representando a dicho grupo en las mesas de negociación con el gobierno nacional. El hecho ocurrió en horas de la tarde del jueves, generando preocupación en las autoridades locales y regionales.

El alto consejero para la paz en Norte de Santander, Luis Fernando Niño, expresó su consternación ante el incidente y destacó la importancia de mantener la calma y evitar posibles represalias entre los grupos armados. Niño, quien se encontraba en Bogotá participando en el Consejo Nacional de Paz, informó que se emitirá un comunicado a los mecanismos de monitoreo y verificación de las disidencias de las Farc y del ELN para prevenir futuras acciones violentas.

Aunque aún no se ha identificado a los responsables del robo, se espera que se respeten los ceses al fuego y que no se desate un enfrentamiento entre las distintas facciones armadas presentes en la región. El mantenimiento de una tregua es fundamental para la estabilidad y la paz en Norte de Santander, afirmó Niño en declaraciones a la FM de RCN Radio.

Este incidente se suma a una serie de acciones similares que han ocurrido en los últimos meses en la mencionada vía, generando preocupación e incertidumbre entre la población civil de la zona. La presencia de grupos armados y la inseguridad persistente representan un desafío constante para las autoridades locales y nacionales.

Los escoltas de la Unidad Nacional de Protección (UNP), encargados de la seguridad de líderes y personalidades amenazadas, se encuentran actualmente en Cúcuta. Tras el incidente, regresaron a la ciudad en las camionetas en las que se desplazaban por la zona del Catatumbo, evidenciando la necesidad de reforzar las medidas de protección en áreas de alto riesgo.

Las autoridades continúan investigando el robo y trabajando para garantizar la seguridad de los habitantes de la región, mientras se mantienen vigilantes ante cualquier posible escalada de violencia entre los grupos armados.