Papa Francisco llama a la paz en su mensaje de Pascua y pide un intercambio de prisioneros entre Rusia y Ucrania
Por: Elizabeth Montoya
31 marzo, 2024
En su tradicional mensaje de Pascua y bendición Urbi et Orbi, el papa Francisco hizo un enérgico llamado a la paz en los diversos conflictos que asolan al mundo, con especial énfasis en la guerra entre Rusia y Ucrania. Ante miles de fieles congregados en la Plaza de San Pedro, el Pontífice manifestó: “No permitamos que los vientos de la guerra soplen cada vez más fuertes sobre Europa y sobre el Mediterráneo”.
Francisco comenzó recordando a “las víctimas de tantos conflictos que están en curso en el mundo, comenzando por los de Israel y Palestina, y en Ucrania”. En relación a esta última, realizó un pedido puntual: “Un intercambio general de todos los prisioneros entre Rusia y Ucrania. ¡Todos por todos!”, aseveró, en un intento por reactivar los esfuerzos diplomáticos de mediación que el Vaticano había iniciado meses atrás.
El papa también abogó por que “se garantice la posibilidad del acceso de ayudas humanitarias a Gaza” y exhortó a “la rápida liberación de los rehenes secuestrados el pasado 7 de octubre y a un inmediato alto el fuego en la Franja”. Con voz entristecida, lamentó el sufrimiento de los niños: “Cuánto sufrimiento vemos en sus ojos. Con su mirada nos preguntan: ¿por qué? ¿Por qué tanta muerte? ¿Por qué tanta destrucción? La guerra es siempre un absurdo y una derrota”.
En su mensaje por la paz, Francisco hizo un repaso por otras zonas en conflicto como Siria, Líbano, los territorios en disputa entre Armenia y Azerbaiyán, y diversos países africanos azotados por la violencia, el terrorismo y la sequía. También tuvo palabras para Haití, Myanmar y la crisis de los rohingyas.
“La paz no se construye nunca con las armas, sino tendiendo la mano y abriendo el corazón”, sentenció el Pontífice, quien una vez más apeló a los principios del derecho internacional y la resolución pacífica de las controversias.
A pesar de su delicado estado de salud, que lo obligó a ausentarse del Vía Crucis del Viernes Santo, el papa de 86 años ofreció un discurso esperanzador en esta jornada central para los cristianos, abogando por el diálogo, la concordia y el respeto a los derechos humanos.