El presidente de Bolivia, Luis Arce, realizó un preocupante anuncio esta semana al confirmar que el país se estaría quedando sin gas natural, el principal recurso de exportación que sostiene su economía desde hace décadas.

Según informó el mandatario, la producción de gas natural boliviano ha caído a la mitad en los últimos 15 años, pasando de 60 millones de metros cúbicos diarios en el 2006 a solo 29 millones de metros cúbicos en la actualidad.

Arce advirtió que, de continuar este declive en reservas, Bolivia se quedaría sin gas en los próximos 20 años, lo que representaría un durísimo golpe a su economía considerando que el gas representa el 25% de su PIB y 60% de sus exportaciones.

Ante este sombrío panorama, el gobierno boliviano anunció que buscará ampliar la explotación de reservas y al mismo tiempo industrializar el gas para exportar derivados con mayor valor agregado.

Pero expertos señalan que el agotamiento de las principales reservas de gas es prácticamente irreversible y obligará a Bolivia a una compleja reconversión de su economía dependiente de los hidrocarburos.