En Portugal, Angela Ferreira, la mujer que lideró la lucha para legalizar la inseminación post mortem en Portugal, dio a luz este viernes al primer bebé concebido bajo esta nueva ley que permite el uso de semen congelado del cónyuge fallecido.

El pequeño Guilherme nació en Lisboa mediante fertilización in vitro con el semen que dejó criopreservado su padre, Paulo Pinto, antes de morir de cáncer en 2019. La ley se aprobó en Portugal el año pasado.

“Guilherme es un rayo de esperanza. Representa el amor eterno de mis padres y simboliza el triunfo de una lucha por los derechos reproductivos de las mujeres”, declaró emocionada Ferreira a las puertas de la clínica.

Con el nacimiento de Guilherme se consuma el objetivo de esta madre primeriza, quien tras la muerte de su esposo comenzó una cruzada cívica y judicial para reclamar su derecho a ser madre con el material genético de su fallecido cónyuge.

El caso de Ferreira inspiró en Portugal la Ley de Inseminación Post Mortem, que entró en vigor en 2022 y que ya permite a otras mujeres concebir hijos de sus parejas tras la muerte.