El informe anual Cities in Motion de IESE Business School analizó el desempeño de 183 ciudades de 92 países en áreas como capital humano, gobernanza, planificación urbana, tecnología y sostenibilidad.

Londres obtuvo la puntuación máxima de 100, destacando en capital humano y planificación urbana. La urbe británica alberga sedes de empresas globales y universidades posicionadas entre las 500 mejores del mundo. Su riqueza cultural y gastronómica se basa en la diversidad de culturas que conviven en la ciudad.

Nueva York se ubicó en segundo lugar, con fortalezas en potencial económico y número de empresas listadas en bolsa. Le siguió París en tercer lugar, con 84.2 puntos, sobresaliendo en proyección internacional y transporte público.

Otras urbes que completaron el top 10 fueron Tokio, Berlín, Singapur, Oslo, Ámsterdam, San Francisco y Chicago. Las ciudades latinoamericanas y africanas aún están lejos de competir con las europeas y norteamericanas.

Santiago de Chile fue la mejor posicionada de América Latina, ocupando el puesto 91. Resaltó en gobernanza por la legalización de criptomonedas en el país y transparencia gubernamental. Le siguieron Buenos Aires (115) y Montevideo (119).

En Colombia, Bogotá encabezó entre las ciudades analizadas, con fortalezas en capital humano impulsado por sus museos y galerías. Medellín se destacó en cohesión social, específicamente en el subíndice LGBTQ+ friendly.

El estudio concluye que las urbes con gobernanza inteligente están en mejor posición para enfrentar problemas contemporáneos como desempleo, inequidad y sostenibilidad ambiental.