Blue Origin, la compañía aeroespacial de Jeff Bezos, completó este jueves 13 de noviembre un lanzamiento exitoso de su cohete New Glenn, que transporta dos naves espaciales gemelas de la NASA con destino a Marte, y consiguió un hito al recuperar el propulsor para su reutilización.

El lanzamiento desde Cabo Cañaveral, Florida, se produjo a las 15:55 hora local (21:55 CET) tras varios días de aplazamientos. El momento más destacado llegó cuando el propulsor del cohete aterrizó exitosamente en una plataforma flotante, provocando ovaciones en el centro de control.

Este logro convierte a Blue Origin en la segunda empresa privada en conseguir recuperar un propulsor de un cohete de clase orbital, después de SpaceX, la compañía de Elon Musk. El propio Musk reconoció el éxito de su rival a través de la red social X: “¡Enhorabuena, @JeffBezos y al equipo de @BlueOrigin!”.

El lanzamiento enfrentó múltiples aplazamientos antes de concretarse. El domingo, las condiciones climáticas terrestres impidieron el despegue, mientras que el miércoles fue una “actividad solar muy elevada” la que obligó a posponer la misión, debido al riesgo de afectar o dañar las naves espaciales.

Durante la jornada del jueves, varios fallos técnicos causaron retrasos adicionales, aunque Blue Origin no proporcionó explicaciones detalladas sobre estos inconvenientes.

El cohete New Glenn, de 98 metros de altura, transporta las naves espaciales gemelas ESCAPADE de la NASA, denominadas “Blue” y “Gold”, cuyo objetivo es estudiar la historia climática de Marte como parte de los esfuerzos para preparar futuras exploraciones humanas del planeta.

Joseph Westlake, heliofísico de la NASA, explicó durante la transmisión web que las naves buscarán inicialmente una “órbita de estacionamiento benigna y segura” para realizar mediciones sobre el clima espacial desde la Tierra.

En otoño de 2026, cuando los planetas alcancen la alineación ideal, las naves espaciales recibirán un impulso gravitacional de la Tierra para iniciar su viaje a Marte, donde se espera que lleguen en 2027.

Este tipo de lanzamiento representa un avance significativo, ya que permite misiones fuera de la ventana de alineación directa entre la Tierra y Marte, que ocurre aproximadamente cada dos años, lo que podría facilitar misiones más frecuentes al planeta en el futuro.

El éxito de Blue Origin se produce en un contexto de intensa competencia con SpaceX, especialmente después de que la NASA abriera recientemente una licitación para su programa lunar. Ambas empresas compiten por contratos gubernamentales y liderazgo en el emergente sector de la exploración espacial comercial.

El despliegue exitoso de las naves espaciales, que también fue recibido con aplausos, marca el segundo vuelo del cohete New Glenn y confirma las capacidades técnicas de Blue Origin en el competitivo mercado de lanzamientos orbitales.

Con información de dw