Colombia no es ajena a la alerta epidemiológica emitida por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) debido a la expansión del virus Oropouche, una enfermedad con síntomas parecidos al dengue. La OPS contabilizó, hasta el pasado 1 de agosto, 8.078 casos de esta enfermedad, distribuida principalmente en Brasil, con 7.284 casos, incluyendo dos muertes. Otros países afectados son Bolivia con 356 casos, Perú con 290, y tanto Colombia como Cuba con 74 contagios confirmados cada uno.

En Colombia, los 74 casos se concentran en tres departamentos, según el Instituto Nacional de Salud (INS). Amazonas reporta la mayoría de los contagios con 70 casos (94%), mientras que Caquetá y Meta registran un caso cada uno. La propagación del virus es un motivo de preocupación, dado que el país no había enfrentado un brote de esta magnitud anteriormente.

El virus Oropouche es transmitido por vectores, principalmente por la picadura del jején (Culicoides paraensis) y el mosquito Culex quinquefasciatus. Los síntomas incluyen fiebre repentina, dolor de cabeza, rigidez en las articulaciones, dolores y molestias. En algunos casos, pueden presentarse fotofobia (sensibilidad a la luz), diplopía (visión doble), náuseas y vómitos persistentes. Estos síntomas pueden durar de cinco a siete días, y la recuperación completa puede tardar varias semanas.

Aunque la mayoría de los casos son leves, en raras ocasiones pueden presentarse casos graves, como meningitis aséptica, que afecta las meninges del sistema nervioso central. Es notable que hasta este año no se habían registrado muertes debido al virus Oropouche en la literatura científica. Sin embargo, el 25 de julio se reportaron dos fallecimientos en Brasil.

Recomendaciones

Para hacer frente al brote, la OPS aconseja a los países afectados fortalecer la vigilancia y la implementación de medidas de control de vectores y comunicación de riesgos para prevenir un mayor aumento de casos. Las recomendaciones para las personas que viven en zonas cálidas o con presencia de mosquitos incluyen:

– Proteger las casas con mosquiteros de malla fina en puertas y ventanas.
– Usar toldillos en camas y sitios de descanso.
– Usar ropa que cubra piernas y brazos, especialmente en hogares con personas enfermas.
– Aplicar repelentes que contengan DEET, IR3535 o icaridina.

Debido a que los jejenes son más pequeños que los mosquitos, los toldillos comunes no ofrecen la misma protección contra sus picaduras, lo que hace crucial el uso de repelentes.