Siete prácticas saludables para iniciar el 2025 con energía renovada
Por: Elizabeth Montoya
26 diciembre, 2024
La llegada de un nuevo año representa una oportunidad única para establecer hábitos más saludables y mejorar nuestra calidad de vida. Expertos en salud y bienestar destacan siete estrategias fundamentales que pueden marcar la diferencia en nuestro bienestar físico y mental.
Según el Dr. Robert A. Emmons, profesor de psicología de la Universidad de California, Davis, cultivar la gratitud no solo mejora el estado anímico sino que también tiene beneficios tangibles para la salud. “La práctica regular del agradecimiento reduce la depresión, el estrés y puede incluso ralentizar los efectos del envejecimiento”, señala el investigador.
En el ámbito del descanso, las investigaciones científicas han demostrado que priorizar el sueño es crucial. “Un descanso adecuado no solo previene el aumento de peso, sino que también disminuye los riesgos de enfermedades cardiovasculares y diabetes”, indica el estudio publicado por Harvard Medical School Women’s Health Watch.
La conexión social emerge como otro pilar fundamental. Los especialistas han confirmado que mantener vínculos sólidos con familia y amigos no es simplemente una cuestión de placer social. “Las personas con relaciones sociales saludables presentan menos problemas de salud y una mayor expectativa de vida”, revelan los estudios citados por Harvard Medical School.
El neurocientífico Jorge Moll, del Instituto Nacional de Salud, aporta una perspectiva interesante sobre el altruismo. Sus investigaciones demuestran que ayudar a otros genera un fenómeno conocido como “Helper’s High”, una sensación de bienestar producida por la liberación de neurotransmisores asociados al placer.
La Association for Psychological Science resalta la importancia del aprendizaje continuo, especialmente en adultos mayores. Un estudio con 221 participantes entre 60 y 90 años demostró que aquellos que dedicaban tiempo a aprender nuevas habilidades experimentaron mejoras significativas en su memoria.
El artículo enfatiza que estos cambios positivos no requieren transformaciones radicales. Pequeños ajustes, como caminar regularmente en el parque más cercano o usar la bicicleta para los mandados, pueden generar impactos significativos en nuestra salud a largo plazo.
La implementación de estas prácticas saludables, junto con chequeos médicos regulares, constituye una inversión invaluable en nuestro bienestar para el año entrante. Los expertos coinciden en que la clave está en establecer objetivos realistas y mantenerlos de forma consistente a lo largo del tiempo.