En un revelador encuentro de análisis y discusión, la veedora social Así Vamos en Salud ha presentado el informe financiero más reciente sobre la preocupante situación que enfrentan las Entidades Promotoras de Salud (EPS) en Colombia. Con la participación destacada de Andrés Hernández, director de Transparencia por Colombia, y Gustavo Campillo, presidente de la Fundación Rasa, se ha puesto de manifiesto la urgente necesidad de abordar los desafíos financieros que aquejan al sistema de salud del país.

Hernández enfatizó la importancia de entender la estructura del sistema y definir claramente las responsabilidades de cada actor involucrado. “Debemos articular mecanismos de información y rendición de cuentas basados en datos específicos, para evitar debates basados en suposiciones y fantasías”, subrayó. Su llamado apunta a una mayor transparencia y claridad en la gestión de recursos y resultados dentro del sistema de salud.

Por su parte, Campillo hizo hincapié en la necesidad de no perder de vista la arquitectura del sistema y cómo los movimientos y decisiones que afectan a una EPS impactan directamente en la población afiliada. “Cualquier problema financiero en una EPS tiene repercusiones directas en una gran masa poblacional que depende de los servicios de salud”, advirtió, señalando la importancia de abordar las dificultades financieras con una visión integral y solidaria.

Entre las conclusiones más alarmantes del informe presentado por Así Vamos en Salud se destaca que nueve EPS, que concentran el 80,1 % de la población afiliada a cierre de 2023, registraron un resultado del ejercicio negativo neto de 3,2 billones de pesos. Este déficit se acumula durante los años 2019, 2021, 2022 y 2023, acompañado de un preocupante aumento en la siniestralidad del 100,6 % en 2017 al 104,6 % en 2023.

Además, el análisis revela que varias EPS muestran pérdidas significativas en el resultado operacional, representando un total de pérdida de 4,6 billones de pesos a nivel del sistema de salud colombiano. La situación se agrava con la presencia de instituciones que atraviesan una inviabilidad financiera evidente, con un resultado del ejercicio negativo de 2,5 billones de pesos en 2023.

La urgente necesidad de liquidez se hace evidente como un aspecto crucial para garantizar el funcionamiento adecuado del sistema de salud en Colombia. Sin embargo, el panorama es desalentador, con siete entidades que reportaron utilidades por valor de 141 mil millones de pesos, pero diecinueve presentaron pérdidas netas de 2,7 billones de pesos en el último ejercicio fiscal.

La vigencia 2023 muestra un patrimonio negativo de 5 billones de pesos, lo que evidencia una tendencia hacia la descapitalización de las entidades y pone de manifiesto la preocupante realidad de que el patrimonio se está utilizando como fuente de pagos corrientes de los servicios, lo que compromete aún más la estabilidad financiera del sistema de salud en el país.