La Asociación de Empresas de Medicina Integral (ACEMI), que agremia a las EPS del régimen contributivo, presentó un análisis sobre los datos financieros de las EPS para el primer trimestre del año. Los resultados son alarmantes: el sistema de salud colombiano está sufriendo un déficit financiero que puede alcanzar los $10 billones de pesos al final del año.

Según Ana María Vesga, presidenta ejecutiva de ACEMI, “los colombianos estamos consumiendo en promedio 10% más de lo presupuestado. De mantenerse esta tendencia, el sistema cerrará con un déficit anual de $10 billones de pesos”. Esto se debe a que las EPS tuvieron ingresos de UPC por cerca de $13.7 billones de pesos, pero se gastaron $15.4 billones para garantizar los servicios demandados por los colombianos.

El déficit financiero se debe a varios factores, entre ellos el aumento de la demanda de servicios y el indicador de siniestralidad, que mide la cantidad de recursos que reciben las EPS y los gastos que tienen para pagar los servicios de sus afiliados. Este indicador aumentó significativamente en los recientes meses, ubicándose en 110% con corte a marzo.

La crisis financiera del sistema de salud tiene consecuencias graves para la calidad y oportunidad de los servicios, y puede afectar directamente la salud y la vida de los colombianos. Además, las deficiencias en el sistema de seguridad social están generando un mayor gasto de bolsillo en los colombianos, quienes se ven obligados a comprar planes voluntarios y medicinas prepagadas para cubrir sus necesidades de salud.

De hecho, se espera que la venta de medicinas prepagadas alcance un máximo histórico este año, con una cifra de $12 billones de pesos. Esto es un reflejo de la desconfianza en el sistema de salud público y la necesidad de los colombianos de buscar alternativas para cubrir sus necesidades de salud.

Con información de Caracol Radio