Argentina se encuentra inmersa en la peor crisis epidemiológica por dengue de su historia, con cifras récord de 438.010 casos y 301 muertes en la actual temporada 23/24, según el último boletín del Ministerio de Salud. Este escenario alarmante a nivel nacional ha desencadenado una grave escasez de repelentes en farmacias y comercios de todo el país.

La demanda desbordada ha provocado una escalada dramática en los precios de estos productos preventivos, con aumentos de hasta seis veces su valor habitual. Repelentes que antes costaban 3.500 pesos argentinos (USD 4) ahora se comercializan por más de 20.000 pesos (USD 22) en algunos puntos de venta.

Esta situación crítica ha generado preocupación ciudadana, al no haber sido prevista por las autoridades ni la industria farmacéutica. El gobierno del presidente Javier Milei enfrenta cuestionamientos por no incorporar la vacuna contra el dengue al calendario nacional de vacunación, pese a contar con autorización de la ANMAT desde abril de 2023.

Buenos Aires, una provincia usualmente menos afectada, ha registrado un incremento sin precedentes en casos, con videos virales que muestran nubes de mosquitos acosando a la población en espacios públicos, obligando a intensas campañas de fumigación.

Las regiones del norte como Catamarca, Tucumán y Chaco, de climas cálidos y húmedos ideales para la reproducción del mosquito Aedes Aegypti transmisor del virus, se mantienen como las más golpeadas en relación a su población.

La Organización Panamericana de la Salud ha señalado que Argentina lidera los casos en la región, destacando que el brote sigue siendo “muy fuerte” especialmente en este país y Brasil.

Aunque las bajas temperaturas recientes han contribuido a disminuir los contagios, la histórica crisis del dengue en Argentina evidencia la urgente necesidad de implementar medidas efectivas de control de mosquitos y estrategias de prevención.