El Síndrome de Burnout o síndrome de agotamiento profesional afecta significativamente al personal médico en Colombia, según datos recientes del Colegio Médico Colombiano. Este fenómeno, marcado por el estrés crónico, la frustración y la fatiga emocional, pone en evidencia la presión constante que enfrentan los trabajadores de la salud en su día a día.

En Colombia, el 16 % de los médicos se sienten emocionalmente agotados, el 20 % manifiestan frustración en su labor y el 18 % aseguran estar “quemados” en el ejercicio de su profesión. Además, el 15 % reportan una fatiga permanente, según el Colegio Médico Colombiano.

Las mujeres, en particular, presentan mayores síntomas de cansancio emocional, representando el 66 % de los casos. Por disciplinas, los médicos en Servicio Social Obligatorio (SSO), internos y generales, son los más afectados. En cuanto a especialidades, los ginecólogos y pediatras son quienes enfrentan los niveles más altos de estrés, ansiedad y depresión.

Esta situación puede atribuirse a factores como la alta carga laboral, la presión emocional inherente al cuidado de pacientes, las largas jornadas laborales y la falta de recursos adecuados para manejar estos desafíos.

El problema también afecta a los futuros profesionales de la salud. Un estudio realizado en Bucaramanga durante 2023 reveló que el 15 % de los estudiantes de últimos semestres de Ciencias de la Salud han contemplado la idea de suicidarse, y el 5 % ya lo han intentado. Estas cifras reflejan la necesidad urgente de brindar apoyo emocional y psicológico a los estudiantes antes de que ingresen al exigente mundo laboral.

Ante este panorama, es crucial que los médicos adopten prácticas para proteger su salud mental y emocional:

1. Conexión con seres queridos: Durante los turnos, dedicar tiempo para hablar con familiares y amigos, ya sea por llamadas o videollamadas, puede aliviar el estrés.

2. Pasatiempos relajantes: Aprovechar los descansos para realizar actividades que disfruten, como leer, dibujar o hacer cursos en línea, ayuda a desconectar de la presión diaria.

3. Ventana de preocupación: Reservar un momento para reflexionar sobre las preocupaciones más importantes y escribirlas puede ayudar a reducir la carga mental.

4. Enfoque en logros positivos: Al final de la jornada, recordar tres momentos que los hicieron sentir orgullosos de su trabajo fomenta una actitud positiva y motivadora.

5. Buscar apoyo profesional: Si persiste el malestar emocional, es fundamental solicitar ayuda psicológica o médica para abordar los síntomas de forma adecuada.