Alerta por fiebre amarilla: OPS y autoridades sanitarias refuerzan llamados a la vacunación en Colombia

Por: Maria José Salcedo

28 enero, 2025

Alerta por fiebre amarilla: OPS y autoridades sanitarias refuerzan llamados a la vacunación en Colombia

La fiebre amarilla sigue siendo una preocupación en Colombia y la región. Según el informe epidemiológico más reciente de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), emitido en noviembre de 2024, el riesgo de brotes del virus ha aumentado en las Américas, especialmente en países como Colombia, donde las condiciones climáticas y geográficas facilitan la propagación del mosquito transmisor.

En lo que va del año, la Secretaría de Salud del Tolima confirmó un nuevo caso de fiebre amarilla, que se suma a los 17 registrados en 2024 en personas entre los 11 y 66 años. De estos, nueve fallecieron debido a complicaciones graves de la enfermedad. Todos los casos tuvieron como antecedente la exposición en zonas de riesgo, como áreas selváticas y boscosas de departamentos como Tolima, Putumayo, Huila, Caquetá, Nariño y Vaupés.

El informe de la OPS destaca que la mayoría de los casos registrados en la región no contaban con antecedentes de vacunación, a pesar de que esta es la medida más eficaz para prevenir la enfermedad. La vacuna contra la fiebre amarilla es segura, de bajo costo y garantiza inmunidad de por vida.

“La fiebre amarilla es una enfermedad vírica aguda y hemorrágica que puede derivar en complicaciones severas y potencialmente mortales. Lo positivo es que es completamente prevenible con una vacuna que está ampliamente disponible”, señaló el doctor Meyer Narváez, líder de Gestión Integral de Salud de la Cruz Roja Colombiana.

Zonas de alto riesgo en Colombia

En Colombia, las áreas selváticas y de baja altitud, como la Amazonía, la Orinoquía, el Catatumbo, la Sierra Nevada de Santa Marta y las regiones por debajo de los 1.800 metros sobre el nivel del mar, son consideradas de alto riesgo para la fiebre amarilla debido a la presencia del mosquito transmisor. Las condiciones de estas zonas, sumadas a la exposición frecuente en actividades al aire libre, aumentan las posibilidades de contagio.

La enfermedad, que afecta anualmente a unas 200.000 personas en todo el mundo, con 30.000 muertes registradas, es difícil de diagnosticar porque sus síntomas iniciales, como fiebre, dolor muscular, náuseas y vómitos, pueden confundirse con otras patologías como el dengue o la hepatitis viral.

La fiebre amarilla comienza con síntomas comunes como fiebre, dolor muscular, dolor de cabeza y pérdida de apetito. Sin embargo, algunos pacientes pueden desarrollar una fase grave, caracterizada por fiebre alta, ictericia (color amarillento en la piel y los ojos), sangrado interno y fallo multiorgánico. La mitad de los pacientes que llegan a esta etapa fallecen entre 7 y 10 días después.

“Los síntomas graves subrayan la importancia de la prevención. Vacunarse no solo protege a la persona, sino también a las comunidades en las zonas de riesgo”, indicó Narváez.

La Cruz Roja Colombiana instó a la población a mantenerse informada sobre los riesgos y la disponibilidad de la vacuna contra la fiebre amarilla. “Estamos comprometidos con la salud pública, y la vacunación es la herramienta más poderosa para garantizar el bienestar de la población”, destacó Narváez.