El Senado de la República de Colombia aprobó con 51 votos a favor y 2 en contra la Ley contra el Ruido, una nueva normativa que busca reducir los niveles de contaminación acústica y proteger tanto la salud pública como la convivencia ciudadana. La medida establece un marco regulatorio que incluye sanciones severas y mecanismos para gestionar el impacto del ruido en espacios públicos y privados.

Propuesta por el representante Daniel Carvalho y la senadora Andrea Padilla, la ley contempla sanciones que pueden llegar hasta los 40 salarios mínimos mensuales legales vigentes, dependiendo de la gravedad de la infracción. Además, otorga a las autoridades la facultad de suspender de manera inmediata actividades que generen ruidos por encima de los límites permitidos, especialmente si afectan la tranquilidad de las comunidades o el orden público.

Entre las acciones destacadas de la normativa se incluyen:

– Regulación del ruido generado por actividades económicas como bares, restaurantes y eventos masivos.

– Control de emisiones sonoras provenientes del tráfico vehicular y otras fuentes móviles.

– Creación de herramientas para la medición y monitoreo del ruido ambiental.

– Implementación de programas pedagógicos para concientizar a la población sobre los efectos de la contaminación acústica.

Según el texto legislativo, las sanciones se aplicarán al responsable de la infracción, incluyendo propietarios de publicidad exterior que genere ruido o anunciantes relacionados, en caso de no ubicar al propietario del inmueble.

Procedimiento de atención inmediata

El proceso para tratar infracciones relacionadas con el ruido se regirá por la Ley 1801 de 2016. Esto permite a las autoridades tomar medidas inmediatas como la suspensión de actividades, el retiro del sitio o incluso la disolución de reuniones en espacios que afecten la convivencia ciudadana. Las acciones se enfocarán en espacios públicos, semipúblicos y actividades privadas que trasciendan al ámbito público.

La contaminación acústica ha sido reconocida como un problema de salud pública. Estudios han demostrado que la exposición prolongada a niveles de ruido superiores a los 65 decibeles puede provocar problemas cardiovasculares, estrés, pérdida auditiva y afectaciones en la salud mental. En Colombia, ciudades como Bogotá, Medellín, Cali y Cartagena serán las más beneficiadas por la implementación de esta ley.

De acuerdo con Camilo Quintero, coordinador de la ley, “el 70 % de las llamadas que entran al 123 están relacionadas con el ruido“. Este dato fue uno de los impulsores principales de la iniciativa, que busca brindar soluciones efectivas a una problemática que afecta la calidad de vida de los colombianos.