En entrevista con El Reporte Coronell, Salvatore Mancuso, exjefe de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y ahora gestor de paz, reveló que la muerte de José Vicente Castaño, uno de los fundadores de las AUC, fue consecuencia de una conspiración orquestada por el gobierno colombiano y el alto comisionado para la Paz.

Mancuso aseguró que el asesinato de Castaño fue planeado por el entonces alto comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo, junto con el Gobierno Nacional. “El señor alto comisionado, con el Gobierno Nacional, organizaron la muerte de Vicente Castaño y nos extraditaron a los demás”, afirmó Mancuso. Añadió que esta acción fue parte de una conspiración gubernamental para eliminar a Castaño y evitar su entrega bajo los términos acordados.

El exjefe paramilitar explicó que Vicente Castaño estaba dispuesto a entregarse si el gobierno cumplía con los acuerdos establecidos en las negociaciones de Ralito y con garantes internacionales. Sin embargo, ante el incumplimiento del gobierno, Castaño decidió no entregarse. “Vicente Castaño le había enviado razón a Álvaro Uribe porque el comisionado de Paz le dijo a Vicente que se entregara. No tenía presentación que él siguiera en la ilegalidad cuando todos nos habíamos entregado. El problema era que el gobierno no había cumplido”, detalló Mancuso.

Detalles del asesinato

Mancuso relató cómo se llevó a cabo el asesinato de Castaño, explicando que la conspiración incluyó la colaboración de individuos como ‘Gordo Pepe’, quien, bajo coacción, ayudó a localizar a Castaño. “A mí me llegó una carta de ‘Gordo Pepe’, a quien le secuestraron y amarraron la familia para que entregara a Vicente Castaño. A través de él, llegaron a otra persona, el único que podía ingresar en carro hasta donde estaba Vicente en una finca cerca de la Ciénaga de Ayapel”, narró Mancuso.

El desenlace violento ocurrió cuando Castaño, al notar la llegada de otros vehículos, intentó defenderse. “Cuando Vicente vio que habían ingresado otros carros, les hizo unos tiros a quienes iban allí, miembros de la Dijin y desmovilizados de las Autodefensas, y fue cuando murió. Dicen que él mismo se pegó un tiro en la cabeza en un baño cuando sintió que ya no tenía escapatoria a la acción de este grupo conjunto”, explicó Mancuso.

Mancuso, quien cumplió una condena por narcotráfico en Estados Unidos y ahora actúa como gestor de paz, subrayó que su regreso a Colombia fue motivado por la invitación del presidente Gustavo Petro para contribuir al proceso de paz. “Volví al país porque quiero honrar la determinación del presidente y tengo una deuda de honor con las víctimas”, manifestó.

Mancuso también criticó la efectividad de las jurisdicciones de Justicia y Paz y la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), señalando que no han cumplido con sus objetivos. “Estoy analizando y estudiando con mis abogados la posibilidad de renunciar a uno o a los dos sistemas de justicia transicional”, afirmó, argumentando que el incumplimiento de estos sistemas ha desalentado a otros líderes armados de someterse a la justicia.