El presidente Gustavo Petro vuelve a verse salpicado de un nuevo escándalo, esta vez por cuenta de los audios de unas conversaciones entre la excongresista Aida Merlano y el embajador Mario Benedetti, que sugieren un pacto subterráneo entre la excongresista y la campaña de Petro, supuestamente instigado por el régimen de Nicolás Maduro.

En las grabaciones, reveladas por la revista Semana, Merlano hace graves advertencias y amenazas directas a Petro, manifestando su disposición a revelar información comprometedora si no se cumplen sus demandas. A pesar de los intentos de Benedetti por calmarla, Merlano insiste en su determinación de sacar a la luz lo que sabe, sin importar las consecuencias.

Por lo que se dice en dichas conversaciones, las mismas habrían tenido lugar mientras Merlano aún se encontraba en Venezuela, a la espera de conocer su destino judicial, y Benedetti era el embajador en ese país. Asi, la mujer lanza las cruciales amenazas en caso de ser desportada a Colombia sin previo aviso. “A mí me extraditan de una manera sorpresiva, si a mí me hacen una cosa a mis espaldas, te lo juro por Dios que llego yo a Colombia y saco la artillería y comienzo a atacar”, dijo.

La relación cercana entre Merlano y Benedetti, así como sus conversaciones sobre temas sensibles, plantean interrogantes sobre la naturaleza y el alcance del presunto acuerdo entre la excongresista y la campaña de Petro. ¿Qué información posee Merlano que la habilita para amenazar al presidente? ¿Cuál fue el papel de Maduro en este supuesto pacto?

Una de las hipótesis principales sugiere que la campaña de Petro habría utilizado a Merlano y sus denuncias contra políticos colombianos en beneficio propio, con la intermediación del régimen venezolano. Sin embargo, quedan muchas incógnitas por resolver: ¿Qué se acordó exactamente entre la campaña de Petro y Merlano durante su estancia en Venezuela? ¿Qué se le ofreció a cambio?

Otro episodio destacado en las grabaciones es la sorpresiva deportación de Merlano desde Venezuela a Colombia, en medio de un contexto político tenso. Las conversaciones entre Benedetti y Merlano revelan preocupación y temor por las repercusiones de esta acción, así como sospechas sobre los responsables de la misma.

La excongresista, actualmente recluida en un batallón en Barranquilla, enfrenta una condena por compra de votos y una investigación por su fuga cinematográfica. Sin embargo, el país espera respuestas claras sobre su presunta implicación en un acuerdo político clandestino.