El fracaso de la reforma política en el Congreso reveló varias cosas interesantes que se han mantenido ocultas hasta ahora. Una de ellas es que el Gobierno es consciente de que es débil en la Comisión Primera del Senado y, por lo tanto, ha evitado que sus principales reformas sean proyectos de ley estatutarios, ya que según el reglamento del Congreso, todos los proyectos de esta categoría deben ser tramitados por esta comisión.

La Comisión Primera del Senado cuenta con la presencia de destacados senadores, como Paloma Valencia y María Fernanda Cabal, del Centro Democrático, David Luna y Carlos Fernando Motoa, de Cambio Radical, y Humberto de la Calle, que aunque fue parte de la Coalición de la Esperanza, se ha distanciado del Gobierno en temas de paz total. También se encuentra el senador e influenciador Jota Pe Hernández, de la Alianza Verde, quien es un duro crítico del presidente Gustavo Petro.

En total, son seis senadores que, con tres de los partidos tradicionales que supuestamente están en la coalición de gobierno, tienen la capacidad de bloquear cualquier iniciativa gubernamental. Esto plantea la pregunta de si realmente existe una coalición de gobierno en el Congreso de la República.

En una nota reciente en Código Caracol se señaló que, según fuentes en el Congreso, lo que se conoce como coalición de gobierno en realidad era “coalición del Congreso”. Esta coalición se habría conformado para distribuirse las comisiones, las mesas directivas y la elección del contralor en su momento, pero no necesariamente para apoyar a rajatabla los proyectos gubernamentales.

Los hechos recientes parecen confirmar esto, ya que se ha hundido la reforma política y el Plan Nacional de Desarrollo está saliendo bastante peluqueado. Incluso si la reforma de la salud avanza, será muy diferente a la propuesta de la ministra Carolina Corcho. En este contexto, las mismas fuentes del Congreso aseguran que la procuradora general de la Nación, Margarita Cabello, y el fiscal general de la Nación, Francisco Barbosa, han conversado con directivos de los tres partidos tradicionales que se sumaron a la coalición de gobierno, la U, el Conservador y el Liberal, para motivarlos a abandonar dicha coalición y declararse como independientes.

En definitiva, el fracaso de la reforma política ha dejado al descubierto la compleja realidad política del Congreso de la República y ha abierto la puerta a nuevas incertidumbres sobre el futuro de las reformas gubernamentales.