El Pacto Histórico, la coalición política del presidente Gustavo Petro, sufrió una dura derrota en las recientes elecciones regionales al perder más de 8 millones de votos en comparación a los obtenidos por Petro en la segunda vuelta presidencial de 2022.

En los comicios del pasado 29 de octubre, los candidatos avalados o apoyados por el Pacto Histórico apenas alcanzaron 3.066.838 votos a nivel nacional. Esto contrasta con los 11.291.986 votos que obtuvo Petro en la segunda vuelta de las presidenciales.

Si bien el Pacto Histórico logró ganar en los departamentos de Amazonas, Cauca, Magdalena y Nariño, los analistas coinciden en que se trata de una derrota contundente para la coalición oficialista.

“Claramente hubo un voto castigo contra el Gobierno Nacional. La mayoría de colombianos no respaldó a los candidatos cercanos al presidente Petro”, afirmó el analista Rodrigo Gallo.

Desde el Pacto Histórico habían manifestado su objetivo de obtener una amplia votación que les permitiera controlar el poder regional. Sin embargo, el escenario tras las elecciones es muy distinto.

“No podemos negar que esperábamos mejores resultados. Pero esto nos obliga a revisar qué estamos haciendo mal y cómo recuperar la confianza de los ciudadanos”, reconoció el representante David Racero.

Pese a la abrumadora diferencia de votos, el presidente Petro ha evitado hablar de una derrota. Incluso señaló en un trino, ahora borrado, que los partidos que ganaron lo habían apoyado en la campaña presidencial.

No obstante, las cifras demuestran un fuerte rechazo de los votantes a respaldar las propuestas del Pacto Histórico en las regiones. El movimiento político de Petro deberá replantear su estrategia si aspira a recuperar la adhesión popular demostrada en 2022.

¿Qué nos dejaron las elecciones del pasado 22 de octubre?

• El Pacto Histórico no logró un buen resultado, ganando solo en dos gobernaciones y sin mayorías en asambleas ni concejos. Tampoco triunfó en las principales ciudades.
• En Bogotá ganó la centroizquierda tradicional encarnada en Carlos Fernando Galán, evidenciando que la capital prefiera opciones moderadas.
• La oposición a Petro es diversa, ya que ganaron candidatos de distintas corrientes ideológicas. No se vislumbra un único frente opositor.
• Los partidos tradicionales y políticos asociados a ellos siguieron dominando regiones, mostrando que los barones electorales locales continúan vigentes.
• Cada región tiene su propia dinámica política y económica. Petro podría beneficiarse de mayor eficiencia en la ejecución de recursos al tener que negociar con estas estructuras regionales.
• Colombia ratificó ser un país de poderes regionales fuertes. Las elecciones evidenciaron la importancia de entender las realidades locales.

En conclusión, según varios analistas políticos, en las principales ciudades hubo una derrota contundente para los candidatos cercanos a Petro, incluso en lugares donde sectores afines al presidente ya habían gobernado antes. En consecuencia el Pacto Histórico no logró el control en ciudades clave donde Petro había tenido buenos resultados en las presidenciales, como Medellín y Barranquilla. Por su parte  la oposición a Petro ganó ampliamente la alcaldía de Bogotá, Medellín, Barranquilla y Cali. En todas se impusieron partidos críticos al Gobierno. Sin embargo hay que aclarar  que el Pacto Histórico sí tendrá representación en concejos y asambleas, pero no la mayoría que buscaba Petro para controlar el poder regional.

Los resultados evidencian una fragmentación del Pacto Histórico y muestran un voto de castigo hacia el partido de Gobierno. Pese a que aún tiene influencia local, Petro no logró extender su poder a nivel regional en gobernaciones y alcaldías, sufriendo una dura derrota política. ya veremos como se siguen moviendo las fichas en el tablero político en los próximos meses.