La tensión política en Colombia se trasladó este fin de semana al escenario más inesperado: el velorio del senador Miguel Uribe Turbay. Su viuda, María Claudia Tarazona, denunció que en medio de la ceremonia fúnebre en el Capitolio Nacional fue víctima de una amenaza verbal por parte de la congresista del Centro Democrático, María Fernanda Cabal, hecho que ha generado una fuerte controversia en el ámbito político nacional.

En entrevista con Noticias RCN, Tarazona relató que Cabal la buscó en el recinto donde se realizaba la despedida al senador asesinado. Según dijo, notó que la congresista portaba un micrófono encendido y le pidió que lo retirara. Posteriormente, aseguró que recibió de ella un mensaje que interpretó como intimidante: “Tú no conoces Colombia, tú no sabes cómo es este país, tú no sabes lo que aquí está pasando”.

La viuda de Uribe Turbay afirmó que esa frase fue pronunciada frente a sus hijos y junto al féretro del dirigente, lo que consideró una amenaza en un momento de duelo. “Le respondí que a Miguel lo habían matado precisamente por hacer política”, señaló.

El testimonio de Tarazona no solo puso de relieve la tensión personal con la senadora Cabal, sino que también abrió un debate sobre la utilización de la tragedia en medio de disputas partidistas. “Lo más doloroso es ver cómo algunos buscan sacar provecho de la tragedia; mientras yo lloraba a mi esposo, había quienes estaban pensando en política”, enfatizó.

La versión de María Fernanda Cabal

Horas después de conocerse las declaraciones, la senadora Cabal emitió un comunicado en el que rechazó categóricamente la acusación. Explicó que el micrófono que llevaba en su camisa hacía parte de su rutina de trabajo con medios de comunicación y aseguró que su presencia en el Capitolio obedeció únicamente a un gesto de respeto.

“Quiero reiterar, con total transparencia, que ningún comentario que haya sido transmitido por la señora María Claudia provino de mí”, indicó. Además, recordó que, pese a las diferencias ideológicas con Uribe Turbay, compartían principios fundamentales y mantenían una relación de competencia política, no de enemistad.