El presidente de Colombia, Gustavo Petro, lanzó duras críticas contra el apoyo occidental a la incursión militar de Israel en la Franja de Gaza, calificándola como una “demostración de represión máxima” y “barbarie máxima”. Sus declaraciones, realizadas durante la firma del decreto de la autoridad indígena el 15 de octubre de 2024, vinculan el conflicto con lo que él considera una codicia sistémica del capital global.

“Se desarrolla un inmenso conflicto como nunca antes entre la humanidad, su vida y la codicia”, afirmó Petro, estableciendo una conexión directa entre el sistema económico global y la destrucción tanto de la naturaleza como de vidas humanas.

El mandatario colombiano fue más allá al describir la situación en Gaza: “Hoy representa algo muchísimo más terrible que es una demostración de represión máxima, de barbarie máxima, asesinando decenas de miles de niños y niñas, lo más sagrado de la vida humana, simplemente para demostrar que tienen el poder quienes disparan esas bombas”.

Petro no se limitó a criticar a Israel, sino que extendió su condena a las potencias occidentales que respaldan la operación militar: “No solamente es el gobierno israelí, sino que cuenta con el apoyo, prácticamente, irrestricto de las fuerzas militares y del poder económico de los Estados Unidos y de Europa”.

El presidente colombiano enmarcó el conflicto dentro de una crítica más amplia al sistema económico mundial, al que responsabilizó de la explotación de recursos naturales y el fomento de conflictos bélicos para mantener su hegemonía. Describió las acciones en Gaza como parte de “una especie de occidente poderoso movido por la codicia, destruyendo una parte de la humanidad para mostrarle a la demás humanidad que tienen el poder y que nos pueden extinguir cuando se les dé la gana violentamente”.

Petro introdujo el concepto de “capital fósil” en su discurso, explicando que se refiere a cualquier tipo de energía basada en el uso del petróleo. “Como capital fósil se entiende casi todo el capital porque su energía básica es el petróleo, el carbón, lo que antes fueron seres vivos”, dijo, añadiendo que este sistema “se sustenta, por tanto, sobre la muerte”.

El mandatario colombiano advirtió sobre las consecuencias ambientales de este modelo económico: “Cada vez en mayor proporción arrojarlo como un gas en la atmósfera, como un residuo envenenándonos a todos y todas”.