El presidente de Colombia, Gustavo Petro, lanzó nuevas advertencias sobre un presunto plan para destituirlo o atentar contra su vida durante un encuentro con 1.300 representantes de medios alternativos en Armenia. El mandatario afirmó que existe una “orden” para ejecutar estas acciones en los próximos tres meses.

“La orden ya está dada: en los tres próximos meses asesinar al presidente o tumbarlo”, declaró Petro, reiterando sus recientes afirmaciones sobre un supuesto golpe de Estado en su contra. El presidente acusó a los grandes medios de comunicación del país de manipular la opinión pública y de intentar silenciarlo para justificar este presunto golpe.

Petro vinculó estas acciones con intereses de poderes económicos, argumentando que buscan debilitar su apoyo popular para facilitar su destitución. “Si lograran quitarle el apoyo popular al presidente, aquí habría un golpe de Estado de inmediato”, aseguró.

El mandatario también criticó la decisión del Consejo de Estado, que según él lo despojó de su fuero, permitiendo que sea juzgado por el Consejo Nacional Electoral, al que calificó de instancia ilegítima. Petro insistió en su inocencia: “Quieren instalar en la mente de los colombianos la idea de que el presidente violó la ley, pero el presidente no violó la ley”.

Según la teoría expuesta por Petro, el supuesto plan culminaría con el nombramiento de Efraín Cepeda, actual presidente del Senado, como nuevo presidente de Colombia. El mandatario comparó esta situación con eventos políticos recientes en Bolivia, Brasil y Perú.

En su discurso, Petro también dirigió críticas a Elon Musk, propietario de Twitter, describiéndolo como “un señor proclive a los nazis que en cualquier momento me cierra la cuenta”. Esta declaración se da en el contexto de recientes controversias entre Musk y otros líderes latinoamericanos como Nicolás Maduro y Lula da Silva.

Ante este escenario, Petro anunció que su respuesta a un posible golpe de Estado sería convocar al pueblo. “A un golpe de Estado se le responde con una revolución. No hay otra forma para detener un golpe de Estado que una revolución popular”, afirmó.

El presidente descartó que este supuesto golpe fuera perpetrado por militares, señalando que se trataría más bien de una estrategia jurídica y política orquestada desde instituciones como el Consejo Nacional Electoral.

Con información de wradio y caracol radio